El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició una investigación contra el PGA Tour para averiguar si incurrió en prácticas contra la competencia en su lucha contra LIV Golf, el nuevo y polémico circuito respaldado por Arabia Saudita.
El diario The Wall Street Journal aseguró este lunes que el Departamento de Justicia está examinando si los esfuerzos del PGA Tour para retener a sus jugadores se ajustan a la ley o no.
Un portavoz de la gira estadounnidense confirmó a este periódico que conocían la investigación.
En esta guerra abierta que dividió en dos al mundo del golf en los últimos meses, el LIV Golf está acusando al PGA Tour de prácticas monopolísticas por sancionar e impedir a sus jugadores acudir a los torneos de la gira saudita.
Con unos importantes alicientes económicos para sus jugadores, el circuito que maneja el australiano Greg Norman aspira a organizar una liga que pueda igualar en calidad y prestigio con el de Estados Unidos.
Tras semanas de rumores y suspicacias, el PGA Tour dio un paso al frente a mediados de mayo al negar el permiso para que sus jugadores disputaran el LIV Golf Invitational Series de Londres, la primera cita del LIV Golf.
Eso provocó medidas disciplinarias y la renuncia al PGA Tour de figuras como Dustin Johnson, Phil Mickelson, Bryson DeChambeau, Patrick Reed, Louis Oosthuizen, Ian Poulter, Lee Westwood, Brooks Koepka, el español Sergio García, los mexicanos Abraham Ancer y Carlos Ortiz, entre otros, los que unieron al nuevo circuito.
"Los miembros del PGA Tour no están autorizados a participar en el evento de la liga saudí en Londres (el primer torneo del LIV Golf) bajo nuestras reglas. Como organización de membresía, creemos que esta decisión va en el mejor interés del Tour y de sus jugadores", había dicho el comisionado de la gira norteamericana Jay Monahan.
Para contrarrestar el poderío millonario de la liga árabe, el PGA Tour anunció a finales de junio un incremento de sus premios a partir de 2023.
La guerra está desatada y los capítulos siguen sumando.