La mente de Patricio Bustamante va hacia el pasado. La selección chilena estaba en Calama el 2008 preparándose para los duelos contra Bolivia y Venezuela por las Clasificatorias a Sudáfrica. Bustamante recuerda que Marcelo Bielsa se acercó a él con un bolso en la mano. En su interior, había indumentaria de la selección. Era un regalo. El "Loco" le dijo que era el mejor canchero del país.
"Él dijo eso. Yo antes de conocer al profe Bielsa era un tipo de canchero, pero después de conocerlo a él fui otro canchero. Me puse más exigente, me puse más trabajólico, más perfeccionista. Cada día estudiando más", le comenta a Emol.
Cuando partió como canchero, le advirtieron que se iba a alejar de su familia, que iba a pasar menos tiempo con los nietos, que era un trabajo absorbente. "Siempre hay algo que hacer", apunta.
El vínculo con la pelota es largo. Bustamante se crio en Curicó, pero se estableció en Constitución. Allí tuvo escuelas de fútbol y dirigió clubes amateur. Años después lo nombraron encargado de deportes de la comuna y le encomendaron arreglar la cancha del estadio municipal. Él había escuchado que el mejor canchero del país era Florencio Ceballos, "Ceballitos", el responsable del pasto del Monumental de Colo Colo. Viajó a Santiago, hablaron y se cayeron bien. Era 1997.
Aprendió observando lo que hacía "Ceballitos". Sus primeras canchas las hizo con él y varios equipos las usaban cuando iban de pretemporada a Constitución. Así conoció a Fernando Díaz, entrenador de la Universidad de Concepción. Cuando el "Nano" asumió en Cobreloa, le pidió que fuera con él. Bustamante viajó a Calama pensando que iba a ser el administrador del estadio, pero le dijeron qué necesitaban un canchero. Aceptó el cargo sin tener mayor experiencia. Iba a probar un mes, si no resultaba se devolvía. La cancha tenia mala fama. También le comentaron que el lugar era "inhóspito",
"Aprendí a trabajar en el desierto. tiene sus ventajas y sus desventajas. En el norte es tan difícil mantener canchas como en el sur. Lo que tiene el norte es que la mantención de la cancha es muy cara, tener cancha de pasto natural es un lujo por el alto costo que significa construirlas y mantenerlas", expresa.
Pudo sacar la tarea adelante y se quedó. En 2008 llegaron Eduardo Berizzo y Luis María Bonini a revisar el estadio de Calama. Le preguntaron si podía mejorar algunos aspectos para hacer una pretemporada con la "Roja" y les respondió que sí. Pero se le presentó un problema. Bielsa quería que la cancha fuese exclusiva para la selección. Pero Bustamante era muy cercano a Gustavo Benítez, entrenador de Cobreloa, y buscó una solución para que el elenco loíno pudiese seguir practicando. Finalmente, logró hacer calzar los horarios. Bielsa en principio no sabía, pero un día pidió hablar con el "señor Bustamante". No estaba molesto.
"Me dice: 'Me tiene impresionado que nosotros entrenamos dos veces en el día más Cobreloa una vez y la cancha cada día está mejor. ¿Qué hace usted?'. Estuvimos conversando, porque el profe sabe mucho de canchas, no lo puedes engañar. Él ayudaba a cuidar las canchas. Como a él le gusta el fútbol intenso, protagonista, rápido, entonces la superficie de juego no puede tener imperfecciones, cualquier imperfección que pueda tener le dificulta al jugador llevar a cabo los ejercicios que él pide. Es muy celoso. Bielsa siempre pedía pasto muy corto, 18 milímetros, muy parejita, buena textura,", declara.
Bielsa se maravilló con una máquina que Bustamante trajo de Italia. Un sacabocados que se usaba en los campos de golf. Le permitía retirar de inmediato un hoyo, ponía un parche y nadie se daba cuenta. El técnico argentino trató de llevar al canchero a trabajar a Juan Pinto Durán, pero no hubo acuerdo económico con la ANFP.
Bustamante constantemente se está especializando. Está en un grupo de cancheros por el mundo. Asegura que en Europa van 20 años adelantado, pero igual saca ideas y metodologías de trabajo.
Ya no trabaja con Cobreloa. Actualmente le presta servicios a Deportes Iquique y Cobresal. Antes, hizo canchas para la Copa América de 2015 y para San Marcos de Arica. Los primeros fanáticos o críticos de su trabajo son los jugadores. Con varios ha entablado una relación cercana.
Patricio junto a su equipo de trabajo (Wladimir Hernández, Jhosue Ariza y Danilo Toledo).
"Quiero destacar a Matías Donoso, lo conocí en Deportes Iquique. Él todas las mañanas me decía 'Patito’ están regando con cemento', porque encontraba dura la cancha. Yo le hacía con las dos manos y le mostraba el arco, que le achuntara al arco no más jaja. Él después se va a Cobresal y él lucha y lucha para que vaya a El Salvador a ver la cancha. Él estuvo tres meses lesionado por la cancha. Hasta me pagó el pasaje para que fuera a El Salvador. Fui y todavía le debo el pasaje", declara.
También guarda un buen recuerdo de Charles Aránguiz:"Lo vi debutar en Cobreloa con Jorge Aravena. Me puse muy triste cuando lo mandaron a préstamo a Cobresal. Después le hice un poquito el trampolín. De Colo Colo me llamaron y me preguntaron qué tal Charles Aránguiz porque Hugo Tocalli lo quería llevar. Que se lo lleve, dije yo. Después del entrenamiento, hablé con Charles. ‘Tío, es que a mí me gusta la U', 'ándate pa Colo Colo' le dije yo, 'después te vas a la U pero ándate a Colo Colo primero'. Es un chico muy humilde, muy de piel. Cuando uno ve jugadores así, del lado de uno, como tengo llegada con los dirigentes, los trato de recomendar".
Bustamante va de estadio en estadio revisando sus obras periódicamente. Recorre el césped con su jockey puesto, observando con ojo clínico, analizando qué está mal y cómo se puede arreglar. Cuenta que los dirigentes nunca tienen un peso para una cancha y recalca varias veces que el pasto no es inerte. Requiere sol, que lo corten, agua, vitaminas. Basta un día de descuido para que se estropee.
Varios técnicos lo llaman. ¿Se considera el mejor de Chile como lo afirmó Bielsa? "Lo hizo para subirme la autoestima nomás", responde.