Las
"Diablas", selección chilena de hockey césped femenina,
vive sin dudas el mejor momento de su historia.
Este 2022 ha sido sencillamente espectacular para el combinado que dirige el coach argentino Sergio "Cachito" Vigil.
Solo ayer, las chilenas dieron nuevamente una prueba de que están para cosas mayores:
Vencieron a las "Leonas" en la final de los Juegos Odesur para su primera medalla de oro en este certamen.
La emoción se desbordaba en las nacionales, más aún considerando el ingrato bronce obtenido en los Suramericanos de Cochabamba 2018, tras perder en semis ante la propia Argentina y subiendo al podio luego de golear a Brasil.
Pero en este 2022 solo ha sabido de alegrías. A principios de año consiguieron el subcampeonato de la Copa Panamericana -perdiendo la final con las trasandinas-, lo que le significó una inédita clasificación al Mundial.
¿Cómo las "Diablas" pasaron del bronce al oro en los Suramericanos y a hacer historia en una cita planetaria?
Vigil tiene mucho que ver. El trasandino llegó al país en 2015 a comandar un proceso a mediano y largo plazo. Su historia en el hockey lo avalaba con creces: Con las "Leonas" ganó medallas de plata y bronce en Juegos Olímpicos y además un oro en el Mundial 2002.
"Ha sido un proceso maravilloso, de crecimiento mutuo, un proceso donde cada año hemos podido ser cada vez un poco mejor. El gran desafío de los procesos de equipos de alta performance es que todos los días sean un poco mejores tácticamente, físicamente, mentalmente, relacionalmente", decía a Emol en junio, previo a viajar a la cita planetaria.
Vigil estuvo al mando en el bronce de Cochabamba y hoy ve a sus dirigidas con el oro. Sin dudas un
proceso exitoso.
Y las claves de este desarrollo, el que permitió a las "Diablas" su primer oro Suramericano y jugar por primera vez una cita planetaria, el propio "Cachito" lo abordaba hace algunos meses.
"No solo se juega contra los oponentes o contra un puesto en la tabla. Todos los días es importante jugar contra nosotros mismos. Si cada uno crece, el equipo crece y si el equipo crece, crece el hockey, y si el hockey crece cada vez se puede aspirar a desafíos mundiales y olímpicos más grandes. Estos 7 años han sido de mucho disfrute humano, 7 años de familia, de generar familia entre staff. Hemos construido una hermandad de camiseta, eso es algo maravilloso".
Vigil también explicaba el éxito de las "Diablas" así: "Hemos encontrado la manera de ser profesionales en el mundo amateur, y eso es impresionante. Ser de alta competencia tiene sus precios. Han elegido ser amateurs, ser amadoras de lo que hacen. La pasión por el sueño las impulsa. Estas chicas han desarrollado valores de resiliencia, generosidad, humildad, honestidad, una actitud de vida, a luchar cada día para ser campeonas de la vida a través de lo que hacen. Cambiar el mundo a través de su mundo".
Pero esto no para todavía para las chilenas. Quedan desafíos importantísimos aún. Sin ir más lejos, los Panamericanos de Santiago 2023 son vitales para las chilenas.
¿Por qué? Estos Juegos son clasificatorios a París 2024, quizás el máximo anhelo del hockey femenino nacional.