Salah fue la figura del encuentro.
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Ya no es invencible el Manchester City ni tampoco es infalible Erling Haaland. El Liverpool fue su verdugo. Se impuso 1-0 en Anfield por la Premier League.
El elenco red aún está a catorce puntos del liderato del Arsenal, pero alteró su dinámica reciente de tres jornadas sin ganar y gritó a todos sus adversarios que competirá hasta el final. El elenco gunner, ganador dos horas antes frente al Leeds, salió reforzado por la derrota del Manchester City, la primera vez que pierde en este curso en la Premier, después de siete triunfos y dos empates.
Competitivos, contenidos, intensos y firmes en el primer tiempo, la segunda parte desató de verdad al Liverpool y al Manchester City, que relanzaron su voracidad tras el intermedio, confrontados en ambición, méritos y ocasiones, pero sin gol por las cruciales y oportunas paradas de sus porteros brasileños, Alisson y Ederson, indispensables entonces para el 0-0.
Pero a los 75' apareció Mohamed Salah. Allison atenazó la pelota y jugó largo. El egipcio puso el cuerpo, dejó a su marcador atrás y corrió solo hacia el arco. Definió muy bien frente a Ederson.
No marcó Erling Haaland, aunque dispuso de dos cabezazos en el primer acto y, sobre todo, del tiro que repelió Alisson mediado el segundo periodo, superada ya la hora del encuentro. Había anotado quince goles en nueve partidos en la Premier, en los que tan solo en uno no batió la portería rival. Este domingo, siete jornadas después, logró tal hazaña el Liverpool.
El gol de Salah
La parte alta de la tabla