El golf continúa en un conflicto que parece no tener solución luego de la aparición de la millonaria
LIV Golf, que busca quitarle el dominio total del juego al tradicional
PGA Tour estadounidense.
Desde su aparición a mediados de año, la nueva liga árabe comenzó a fichar a varias figuras de la gira norteamericana por suculentos contratos, incluyendo al chileno Joaquín Niemann.
Como consecuencia, el PGA Tour suspendió a los nombres que se fueron a disputar los torneos de la instancia manejada por los saudíes sin participar en sus eventos hasta nuevo aviso.
Tras eso, inició una escalada de disputas y entredichos, que tiene al golf dividido en dos. Ahora, el LIV reclama que sus campeonatos tengan puntos para el Ranking Mundial, algo que no ocurre hasta hoy.
Y este martes se supo de otra idea alocada por parte del CEO de la Federación de Golf de Arabia Saudita, Majed Al Sorour, ante la opción de que los golfistas que se sumaron a la liga saudí sean impedidos de disputar los cuatro torneos majors (Masters, PGA Championship, US Open y The Open Championship).
"Por ahora, los majors están al lado del PGA Tour, y no sé por qué", dijo Sorour en conversación con el medio New Yorker.
La autoridad no se quedó allí y lanzó una "bomba" que de ser realidad podría cambiar todo el panorama del golf en el mundo: "¿Si los majors deciden no hacer que nuestros jugadores compitan? Lo celebraré. Crearé mis propios majors para mis jugadores".
En esa línea, completó diciendo "honestamente, creo que todos los Tours están siendo dirigidos por chicos que no entienden los negocios".
Hasta este momento no hay novedades sobre la presencia de los miembros del LIV en los cuatro "grandes" de 2023, pese a que varios -incluyendo a Niemann- ya están clasificados.
En 2022 si pudieron hacerlo. Pero en este instante, ronda la incertidumbre sobre esa decisión. El golf sigue navegando en aguas muy turbulentas.