Gerard Piqué dijo adiós al fútbol profesional. El histórico y mediático zaguero español jugó su último partido con la camiseta del FC Barcelona, en la victoria 2-0 sobre Almería por la Liga española.
Los goles de Ousmane Dembelé y Frenkie de Jong le dieron el triunfo a los catalanes, que son punteros momentáneos del fútbol hispano, a la espera de lo que haga Real Madrid ante Rayo Vallecano, este lunes.
Pero la noche en Cataluña perteneció a Piqué, que arrancó como titular y fue el capitán del elenco de Xavi Hernández. Ya al entrar al campo recibió una espectacular recepción y un aplauso cerrado del Spotify Camp Nou, que estuvo repleto.
El zaguero disputó el compromiso hasta el minuto 85, cuando fue reemplazado por Andreas Christensen. Saludó a cada uno de sus compañeros antes de salir del campo entre lágrimas, bajo una tremenda ovación de los hinchas.
Al término del duelo, Piqué volvió a la cancha a despedirse de todo y fue objeto de un manteo por parte de sus compañeros.
Luego tomó la palabra y señaló: "En primer lugar, los agradecimientos. A todos mis compañeros, al staff, a la gente del gimnasio, del material. A todos los que nos ayudan día a día a que todo sea más fácil. Gracias a la Junta (directiva) por todos estos años".
"En la vida, cuando te haces mayor, a veces querer es dejar marchar", continuó antes de quebrarse y llorar desconsoladamente.
"Fue una relación de tanto amor, de tanta pasión, creo que era el momento de dejarnos un espacio, darnos aire, y estoy convencido de que en un futuro volveré a estar aquí", agregó bajo una ovación, mientras en España indican que en los próximos años podría presentarse a candidato a la presidencia del club.
"
Esto no es una despedida, ya me fui hace años y después volví. Nací aquí y moriré aquí. Visca el Barça", cerró.
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