Camerún necesita una hazaña para pasar a octavos de final. Hoy está tercero y avanzará solo si este viernes gana a Brasil y Suiza empata con Serbia.
Rigobert Song (46) es el DT que comanda a un equipo que busca hacer historia. El técnico, quien posee una particular melena rizada, fue futbolista también de su selección y es un histórico. Disputó los Mundiales de 1994, 1998, 2002 y 2010 y es quien más ha jugado por los "Leones indomables", con 137 partidos y 4 goles anotados.
Incluso, Song estuvo en cancha en el 1-1 frente a Chile en fase de grupos en Francia 1998. Se fue expulsado.
Pero el estratega ha tenido que pasar momentos difíciles. Hace solo seis años estuvo cerca de la muerte. Él mismo reconoce que la vida le dio otra oportunidad.
En 2016, Song sufrió un derrame cerebral y pasó cerca de un mes en coma.
El camerunés contó su historia a L'Equipé. Su perro lo salvó. "Estaba viendo la tele, pero me notaba muy cansado. Dejé la puerta abierta porque esperaba visita. Si hubiera estado cerrada, se acabó porque mi familia estaba en París. Mi perro debió sentir algo y empezó a ladrar. Entonces llegó la persona que estaba esperando y me vio tirado en el suelo".
El relato es crudo y escalofriante: "Tuve la suerte de que caí de lado y tenía la lengua fuera. No podía hablar y mi presión arterial estaba en 25. De pronto, todo explotó en mi cabeza. Me empezó a salir sangre por la nariz, pero, si hubiera estado boca arriba, la hemorragia me podría haber invadido el cerebro y estaríamos hablando de otra cosa".
Su vida corría peligro y en ese sentido fue fundamental la intervención del Jefe de Estado de Camerún, Paul Biya.
"En Yaundé fue una locura. ¡¡¡El director del hospital quería que nos fuéramos porque había demasiada gente!!! (...) Sin él (Biya) ni su esposa no estaría hoy aquí.
No puedo estarles lo suficientemente agradecido. El presidente de Camerún le dijo a mi familia que se encargaría de todo y me trasladó en avión hasta París".
Un mes estuvo dormido, en coma. Song relata que cuando volvió del sueño no comprendía lo que le había pasado. "Cuando desperté del coma, un mes después, no entendía lo que sucedía. Me operaron y tenía aparatos por todas partes. Les preguntaba al resto: '¿Qué haces en Camerún?'. Fue muy extraño. Me pasé la mano por la cabeza y, al no notar mi melena rizada, ni siquiera sabía si era yo".
Incluso, el DT confiesa que estar en coma "fue como un sueño. Me reencontré con mis antepasados. Mi padré murió cuando tenía 9 años, pero le reconocí. Me dijo: '¿Qué haces aquí? Debes volver'. A fuerza de escucharlo, comencé a luchar. ¡Tenía una fuerza increíble! y empecé a gritar: ¡Libérenme, libérenme!".
Song, pese a que cuando se despertó pesaba apenas 60 kilos, había perdido masa muscular y "no podía hacer nada solo", se recuperó sin ninguna consecuencia de lo grave que estuvo y pudo seguir haciendo su vida sin problemas.
"Cada vez que veo al médico me dice: 'De 40 casos como el suyo, 30 han muerto y 10 tienen secuelas. Usted, en cambio, es excepcional", cierra.
El técnico, quien tiene una "vida extra" buscará este viernes otra vida para su Camerún. Ya no le teme a nada.