Alemania y Bélgica, los dos grandes fracasos de la fase grupal del Mundial de Qatar 2022.
Los germanos suman otra decepción y se van de la cita en la primera ronda tal como en Rusia 2018. A los belgas se les escapa la última oportunidad de su "generación dorada".
Ambos fracasos golpearon fuerte. Las repercusiones no se hicieron esperar. Las dos selecciones sienten ya el impacto de la temprana y dolorosa eliminación. Ya hubo renuncias.
Por el lado de Alemania, el emblemático Thomas Müller dijo adiós al equipo nacional a sus 33 años. "Fue mi último partido con Alemania, en cada uno traté de dejar mi corazón en la cancha. Lo hice con amor. Es un desastre absoluto, no sé cómo seguir", confesó tras la derrota ante Costa Rica.
También está en duda la continuidad del técnico, Hansi Flick, y del encargado del fútbol germano, Oliver Bierhoff. El presidente de la federación ya anunció reuniones clave.
"Fue una gran decepción para nosotros. La eliminación duele mucho. Todavía tenemos que mirar hacia adelante. Por lo tanto, iniciaremos un proceso ordenado sobre cómo lidiar con esta situación", expresó el mandamás Bernd Neuendorf.
Otro golpe es el emocional. Joshua Kimmich fue uno de los más golpeados con el fracaso en Qatar. "Para mí personalmente, este es el peor día de mi carrera. ¡Tengo miedo de caer en un agujero! ¡Te hace pensar que estos fracasos están conectados a mi persona!", indicó el volante del Bayern.
Bélgica también tiene ya una renuncia. Se va el entrenador Roberto Martínez. Lo comunicó en la conferencia de prensa luego de la eliminación.
"Fue el último partido con esta selección. Es un momento muy emotivo para mí. Soy una persona a la que le gusta aprender de las lecciones. Llevo seis años. Estaba muy comprometido con el proyecto. Acabamos con una medalla de bronce y teníamos que darle otra oportunidad a este proyecto", expresó.
"Iba a ser el final pasara lo que pasara. Es el final de un ciclo. Tomé la decisión justo antes del Mundial. Creo que los proyectos tienen que ser a largo plazo", agregó.
Lo de Bélgica en Qatar estuvo marcado por un pobre nivel y líos internos. El camarín estaba quebrado. Hubo cruce de declaraciones entre los propios jugadores y hasta se habló de peleas e infidelidades.
Trascendió que un un encontrón entre Kevin De Bruyne, Eden Hazard y Jan Vertonghen en la que intervino Romelu Lukaku para separarlos. Todo fue desmentido por parte de los jugadores, pero la tensión se notaba en el campo.
"Sí, hay tensiones en el grupo, es algo natural. Los jugadores llevan mucho tiempo jugando juntos. Es como en una familia, no es posible que no tengas emociones", dijo el DT Martínez en pleno torneo.