Existe una larga lista de futbolistas que parecían predestinados a comerse el mundo, pero que nunca hicieron eclosión. Por un motivo u otro. Uno de ellos es Yann Gueho, un francés al que comparaban con Neymar y cuyos técnicos se preguntaban a qué edad obtendría el Balón de Oro. Con menos de 30 años, ya está retirado y registra un paso por la cárcel. Un problema de salud mental truncó su carrera. "Una catástrofe", afirmó su madre.
Nació en un suburbio de París en 1994. Siendo muy chico demostraba su habilidad con la pelota enfrentando a niños más grandes. A los 14 años entró a la academia de Clairefontaine, la más prestigiosa de Francia, la que ha pulido a talentos como Kylian Mbappé o Thierry Henry.
Pese a que impresionaba, solo duró un año. Lo expulsaron por motivos que nada tenían que ver con el fútbol. Constantemente se metía en peleas y no mostraba ningún respeto por la autoridad.
De Clairefontaine se fue al Lille, pero tuvo los mismos problemas de indisciplina. Lo echaron a los cuatro meses.
El Chelsea, conociendo los líos que había protagonizado, apostó por él en 2009. Por entonces, Gueho tenía solo 15 años.
"Si le preguntas a cualquiera en el Chelsea, te dirán que es el mayor talento con el que han jugado o han visto jugar", afirmó Jeremie Boga, ex jugador blue y actualmente en el Atalanta.
"Gambeteaba a un rival, lo esperaba y volvía a gambeteaba de una manera diferente. Era tan arrogante que era un genio. Era como si congelara a los rivales para hacer con ellos lo que quisiera", añadió Adi Viveash, su entrenador en el conjunto londinense.
El Chelsea dispuso de una casa para Gueho, su madre y sus otros cinco hermanos. Pero algo se torció. El club inglés le envió una nota a la mamá del jugador.
"Yann es un futbolista excelente. Es un ganador de partidos con buen regate. Pero su progresión se verá frenada si no mejora su conducta", decía el texto.
La advertencia no hizo efecto. Un día, Gueho se peleó con un compañero en un entrenamiento y ese fue su fin en el Chelsea.
Volvió a Francia para jugar por el Nantes. Sin embargo, solo duró cuatro meses
"Todas las personas que jugaron con él creen que habría ganado el Balón de Oro si se lo hubiera tomado en serio", manifestó Khalil Lambin, quien compartió con él en el Nantes.
Luego de eso vino un período muy oscuro. Al cumplir 17 años, Gueho ingresó a una tienda con pasamontañas y un cuchillo para robar. Fue su primer crimen. Le siguieron más robos y agresiones a la policía.
Fue detenido y estuvo dos años en la cárcel. Cuando cumplió la condena, el París FC, el club en el que todo empezó para él, le tendió la mano. Una última oportunidad en el fútbol.
"Allí la gente le comparaba con Neymar por las cosas que hacía con el balón", apuntó su entrenador de ese entonces.
Pero la historia se repitió. Duró pocos meses. Su madre, desesperada, logró convencerlo de ir a una consulta psicológica. Al futbolista se le diagnosticó trastorno bipolar y lo ingresaron en un hospital psiquiátrico.
Yann Gueho ya no juega. Su único vínculo con el deporte es su hermano que juega para el Paris FC y al que frecuentemente va a verlo jugar. Su entorno dice que le pesan mucho las decisiones del pasado.