, pero todo se fue dando poco a poco, en el tema de la rehabilitación".
Por otro lado, Henrik von Appen analizó su temporada 2022, la mejor de su carrera,´en la que no solo se instaló como uno de los mejores del continente, también dio un salto a la élite mundial.
"Fue un gran año, estuve lesionado mucho tiempo y me ha costado mucho volver. Fue mi primera temporada completa de Copa del Mundo, pude entrenarme bien y tuve roce contra rivales de peso", sentencia.
El máximo exponente del esquí nacional brilló con apariciones en el puesto 14° y 18° en Copas del Mundo, resultados inéditos para Chile, un hecho que destaca como un logro "emocionante".
"En Sudamérica tuvo muy buenos resultados, gané cinco de nueve carreras, muy contento por eso. Luego fui a Norteamérica y me fue muy bien. Fue algo muy emocionante porque no me lo esperaba. A principios de año eso lo hubiese firmado de inmediato, muy contento por esos resultados y ahora a esperar el 2023", indicó.
Acerca de sus deseos para el futuro, von Appen confesó que "sería un sueño poder ser campeón del mundo, ganar medallas olímpicas, pero voy de a poco. Fue un año muy bueno, muy especial en todo ámbito, le pedí matrimonio a mi señora, así que fue todo muy bueno, quiero seguir luchando por los puestos más altos convencido de lo que puedo hacer".
De los cambios que provocaron su salto, tras la compleja lesión que superó, destaca que "estoy trabajando en detalles, en la técnica, en los fundamentos, para seguir creciendo y tener más éxito. Yo creo que el hecho de haber estado lesionado, de una operación muy compleja de rodilla, que normalmente tras eso la gente no vuelve a esquiar, me dio mucha fuerza y me permitió saber dónde estaba, el hecho de volver a caminar, a esquiar y de ponerse nervioso de nuevo, fue muy bueno".
Además, aclara que ese período "me dio tiempo de trabajar en muchas cosas que antes no había podido hacer, trabajar las debilidades, y siento que he maduré y me di cuenta que el esquí no es lo más importante, que hay otras cosas que son más importantes. Cuando uno esquía sin pensar en los resultados y en la competencia, creo que los resultados llegan y eso fue lo que me pasó".
"Es un proceso que requiere mucha paciencia, mucha humildad, todo so que te lleva a madurar en el camino. Uno pensaba que el alto rendimiento es todo, pero no es así. Uno es competitivo a morir, pero enfocaba las energías en otros cosas. Cambié mi entrenador, que lo tuve durante 10 años, cambié de equipo y tengo una mejor relación con mis compañeros", completó.