Isidora Bulto dice que le gusta sentir la brisa del mar revolviéndole el pelo y el agua empapándole la cara. La iquiqueña tiene 13 años y hace surf hace solo dos. Pese al corto tiempo, los resultados ya se notan. El pasado fin de semana, compitiendo contra contrincantes avezadas, se quedó con el título en el Maui and Sons Open de Viña del Mar, la primera fecha del circuito nacional.
Bulto pasó por varios deportes. Jugó fútbol y fue arquera. También se metió en el rugby. Cuando pidió que le compraran una tabla de surf, sus papás pensaron que iba a hacer otro pasatiempo más en la lista, que el entusiasmo se evaporaría rápido. Pero terminaron sorprendidos.
"Partí sola en la orilla de la playa Cavancha, después entré a un taller. Yo nunca pienso en el mar, hago lo que sale, fluyo. Hay como una conexión con el mar, una vibra distinta, tú dependes del mar para realizar este deporte. No es algo rápido. Cuando yo era arquera, podía ir, arrendar una cancha y entrenar ahí.
En el mar uno tiene que ser paciente, encontrar su ola, conectarse para surfear", le cuenta a Emol.
Antes de competir, Isidora Bulto le da un beso a su papá en la frente como cábala. Es campeona nacional Sub 12 y Sub 14, también medalla de plata sudamericana. Está en la selección y el año pasado el campeón del mundo Adriano de Souza la invitó a entrenar con él en Brasil.
Lleva una vida intensa. Se levanta un cuarto para las seis de la mañana, entrena hasta las 8 y media y después se da una ducha con un "chimbombo con agua" en la plaza de Iquique para ir al colegio. Luego de estudiar, vuelve al mar.
Lorena Lara escucha a Isidora con atención. Su otra hija, Matilda, también hace surf. Siente orgullo, es la que pasa más tiempo en la playa acompañándolas durante los entrenamientos.
Lorena se queda en la orilla y desde ahí observa. Ha vivido momentos complejos, en que la preocupación la carcome y tiene que cerrar los ojos.
"Uno sufre. Yo no hago surf, el papá de las niñas tampoco. En Iquique las olas son grandes. Las condiciones cambian en un segundo, de no salir olas salen unas tremendas bestias. Mis hijas van sin nada de miedo, fluyendo, parecen sirenas. Con fe de que no les pase nada. Yo confiando en ellas que tienen la capacidad de hacer las cosas bien, confiando en Dios que las proteja, que no les pase nada. Para mí es inevitable preocuparse. Da susto, pero yo no puedo traspasar ese miedo. No es justo para ellas.
Hago silencio, rezo desde la orilla, le pido a Dios que las proteja y no las desampare", comenta.
Lorena dice que ha sido un camino "bien pesadito financieramente" y que cuesta que los sponsors miren fuera de la zona central del país.
Con el papá de Isidora, han debido hacer malabares para poder costear la carrera de su hija.
"Es complicado. Hemos tenido que generar más recursos. Hay que ingeniárselas, hacer emprendimientos. Hacemos varios negocios, hacemos Uber. Me encantaría darle la posibilidad que hiciese su carrera en tantos lugares como Perú o Brasil. A veces uno ve atletas nacionales que tienen esa posibilidad, aunque no tengan tanto nivel, tienen recursos para ir a entrenar afuera. Yo decía cómo competir contra el nivel adquisitivo. Pero ella ha aprendido que si eres buena y si tienes hambre, da lo mismo, puedes entrenar en la playa más mala y lo vas a hacer igual", declara.
La deportista de 13 años no puede ir a todos los viajes o competencias. No siempre alcanza. Es consciente de la situación y trata de generar recursos para ayudar. "¡Gané plata!", dijo en extasis luego del triunfo en Viña del Mar el pasado fin de semana . Fue el campeonato que más dinero le ha dejado.
"Isidora gana premios y a veces para generar recursos para otras cosas venden los premios, yo le enseño que tiene que invertir en su carrera. Se paga sus tablas, también tiene una pyme de ceras de surf. Me pidió un préstamo, compró ceras en un viaje a Brasil y las vendé en Iquique, todos le compran para ayudarla. Mi otra hija se compró su primera tabla vendiendo galletas en la playa", afirma.
En la Federación dicen que nunca han visto una deportista de tan corta edad con tanta calidad técnica. El sueño de Isidora Bulto es claro: "Quiero el campeonato mundial".