El Campeonato Nacional de Primera A ya tuvo su puntapié inicial. Algunos equipos ya tuvieron sus estrenos y otros siguen afinando detalles para el comienzo de la temporada, mientras intentan cerrar sus últimas incorporaciones y, así, retirarse del mercado de transferencias.
Paralelamente, de martes a jueves, en las canchas de la ANFP, ubicadas en las cercanías del Metro Quilin, un grupo de más de 30 futbolistas dejan la vida en los entrenamientos del equipo de jugadores libres del Sindicato de Futbolistas (Sifup), dirigidos por el ex goleador de Deportes Antofagasta y Cobresal César Díaz.
Alejados de la órbita de los grandes equipos, estos futbolistas esperan con ansias que algún club, ya sea de Primera A, Primera B o Segunda División, se fije en ellos y les de la oportunidad dé jugar profesionalmente este año.
En ocasiones, esas ansias dominan sus pensamientos, y es normal, ya que las horas pasan y cada vez se ve más cerca el día en el que cerrará el libro de pases. Si esa fecha llega antes que consigan firmar con algún equipo, tendrán que buscar otro trabajo que les permita recibir un sueldo, al menos hasta que se vuelva a abrir la ventana de transferencias.
El grupo está compuesto por toda clase de futbolistas. Desde los más jóvenes, que apenas superan los 20 años de edad, hasta el más experimentado, que tiene 42 años; desde los que han jugado toda su carrera en el fútbol chileno hasta los que han jugado en el extranjero; y, desde los que solo tienen experiencia en Segunda División hasta los que, incluso, han disputado torneos internacionales.
Dos de los casos más emblemáticos son los de Carlos Gómez y Sebastián Rivera, que en el pasado, incluso, jugaron Copa Libertadores.
Carlos "Puyol" Gómez
Gómez inició su carrera en Cobreloa, club en el que debutó en el año 2010. Hoy después de trece años, se ve entrenando por segunda vez en su vida con el equipo del Sifup, aunque es primera vez que lo hace por necesidad, ya que en el 2018 fue solamente a acompañar a un amigo.
Hasta el año pasado se desempeñó como volante del Destroyers de Bolivia. Antes jugó en Santiago Morning, Unión Española, Deportes Iquique, Ferrocarril Oeste de Argentina y el Bolivar. Aún teniendo ese currículum, hoy se ve ante la dura situación de no tener equipo.
Lejana se ve aquella temporada en la que disputó la fase previa de la Copa Libertadores, vistiendo la camiseta de Unión Española. Hoy entrena por las mañanas, y en las tardes se dedica a ayudar a su abuelo en su verdulería.
Los días pasan y los contactos que ha tenido con algunos clubes solo han quedado en eso, contactos. Aún así, "Puyol", como fue apodado en algún momento de su carrera, no pierde la esperanza de encontrar un lugar donde jugar este 2023, de preferencia en Chile, para mantenerse cerca de sus hijos.
"Hay que ser paciente y pensar positivo. Como deportista uno cree que va a llegar ese mal momento en que se está sin club. De todas formas, no he pensado nunca en quedarme sin club, siempre he tenido fe y esperanza de que voy a encontrar algo", dice Gómez.
Aunque también está preparado para el peor de los escenarios. "Uno debe tener los pies bien puestos en la tierra. En caso de no encontrar equipo, tengo mis pies, mis manos y el físico, así que puedo trabajar en lo que sea. Ojalá que esa no sea la opción", afirma.
Sebastián Rivera
El volante Sebastián Rivera tiene un pasado similar. En 2018 jugó la fase previa de la Copa Libertadores, en su caso con Santiago Wanderers. Además, defendió las camisetas de San Marcos de Arica, Rangers de Talca, Deportes La Serena, Curicó Unido y Deportes Limache, último elenco en el que estuvo.
El problema para Rivera es aún mayor, ya que en Deportes Limache estuvo hasta fines del 2021, y luego de eso no volvió a jugar profesionalmente. A pesar de eso, este verano es su primera vez entrenando con el Sifup, porque la temporada pasada privilegió prepararse en solitario esperando la firma de un contrato que nunca llegó.
Por eso, este año decidió aprovechar la oportunidad de sumarse al equipo de jugadores libres. En las mañanas asiste a los entrenamientos y en las tardes conduce un taxi, lo que le ha permitido tener ingresos.
Él sabe que su situación es complicada. No jugó de manera profesional durante todo el último año y ya tiene 34 años, pero eso no le hace perder la fe de tener una nueva oportunidad en el fútbol. Además asegura que el 2022 no fue tiempo perdido, ya que le permitió pensar en su futuro y darse cuenta que "en el fútbol se hacen muy pocas amistades, me sentí solo".
"Estar sin club es difícil, no es fácil salir del fútbol, porque yo sé que todavía tengo condiciones y que los últimos años jugué a muy buen nivel. La idea es encontrar club y tratar de seguir en esto", dijo el volante.
Por el momento, el mercado de pases de las divisiones más bajas del profesionalismo chileno se mueve lentamente. Gamadiel García, presidente del Sifup dice que es una costumbre de aquellas categorías, que esperan hasta los últimos días para armar sus planteles.
"Yo creo que entre esta y la próxima semana deberían empezar a salir muchos más jugadores desde el sindicato a los equipos. Generalmente, está sobre el 90% el promedio de contratación, por lo tanto, de los 40, 50 jugadores que llegan, la mayor parte de ellos termina yéndose", detalló García.
Eso les da esperanza a Gómez, Rivera y compañía que, mientras las ofertas llegan, siguen preparándose con todo para volver a lucirse en las canchas del fútbol criollo.