El controversial peleador Conor McGregor nuevamente está en el ojo del huracán. ¿La razón? Esta semana la justicia de España reabrió un caso en contra de él por una supuesta violencia de género ejercida en julio del 2022.
En esa fecha, en la fiesta de cumpleaños del irlandés en Ibiza, una mujer denunció que recibió una brutal golpiza por parte de la estrella de las artes marciales mixtas.
Según se informa, todo se inicio en el Ocean Beach Club de la isla. La mujer fue a la celebración invitada por el propio McGregor, ya que eran vecinos en Dublín.
Tras estar en el pub, el peleador invitó a algunos a seguir de fiesta en su yate.
Ahí es donde todo se habría desencadenado.
Según el Periódico de Ibiza, la mujer en cuestión narró que en la mañana siguiente, fue increpada por McGgregor: "Todo su comportamiento cambió en ese momento y se volvió muy agresivo".
Su relato es detallado. Acusa que el deportista se tiró encima de ella, le propinó una patada en el abdomen y un puñetazo en la cara. Nadie la defendió.
"Era como si estuviera poseído. Sabía que tenía que salir del barco porque pensaba que me iba a matar. Tenemos amigos en común y me he encontrado con él en numerosas ocasiones. No puedo creer lo que me ha hecho. Es un criminal. Creo que me habría matado si no me hubiera saltado del yate".
La mujer de 42 años tuvo que saltar del yate para escapar de la agresividad de McGgregor. Ahí fue rescatada por una embarcación de la Cruz Roja.
"Me dejaron tirada. Ni siquiera abandonarían a un perro como lo hicieron conmigo", disparó contra el irlandés y los testigos que presenciaron la golpiza.
Según ella, quedó en tal estado de shock que le fue imposible declarar ese mismo día. Por eso se archivó la denuncia, aunque la mujer sí habló en su llegada a Dublín y con aquellas palabras es que se optó por reabrir la investigación.
Dos testigos fueron llamados a declarar al juzgado de Ibiza. Sus testimonios serán clave para dilucidar si se ordena o no la detención internacional de McGregor.
