Alexander Bublik (36° del mundo) es un personaje muy pintoresco del tenis. El número uno de Kazajistán dijo en una ocasión que "
odio el tenis con todo mi corazón. Odio todos los días que tengo que jugar. Para ser sincero, no veo un punto positivo en ser tenista. Solo juego por dinero".
Y este sábado fue uno de esos días donde seguramente odió el deporte blanco.
Bublik recibió una paliza de Nicolás Jarry (126°) en la serie de Copa Davis entre Chile y Kazajistán en La Serena.
Durante su caída por un doble 6-2 ante Jarry, el kazajo no aguantó la rabia al final del encuentro y destrozó una raqueta tras un punto en el último game del partido.
¿Su reacción? Se río ante las pifias del público local y siguió jugando como si nada. Aún así, su momento de furia llamó la atención en el Campus Trentino, porque los fanáticos reprobaron el hecho.
"Obviamente la experiencia es bastante diferente si la comparo con partidos que me ha tocado jugar en Francia o en Inglaterra, donde el público se comporta de una manera diferente, pero el juego fue increíble. Es entendible, porque estoy de visita aquí, no tengo nada que decir", dijo sobre el público chileno en conferencia de prensa.
Sin embargo, pese a su dolorosa derrota, "The Bublik Enemy", como se le apoda, le dio mucho crédito a Jarry por el juego que mostró este sábado.
"Honestamente creo que Nico jugó un partido increíble. Tuve muchos partidos en mi carrera, hay momentos en los que se pierde y otros en los que se gana, pero tengo que estar preparado de igual forma y recuperarme para enfrentar el partido de mañana", consideró.
Para cerrar, afirmó que "se notó que Jarry fue superior durante todo el partido, pero fue un increíble partido también y lo veo de esa manera".
Recordemos que la serie está 1-1 y este domingo se definirá todo entre chilenos y kazajos en esta eliminatoria por las Qualifiers a las Finales de la Copa Davis.
A las 11:00 horas será el doble y luego se disputarán los dos singles definitorios. El ganador será el equipo que llegue a tres triunfos.
Mira su momento de rabia y el match point