Cuando tenía 18 años, Karim Mosa Yousef se tatuó en el brazo derecho la primera frase del himno de Siria: "Defensores de la Patria con ustedes sea la paz". Casi una década después, escuchó la canción nacional enfundado con el uniforme del seleccionado sirio de rugby en la ciudad de Damasco. Hacía mucho frío ese día, pero cuenta que en ese momento sintió calor, que se le puso la piel de gallina.
Los padres de Karim llegaron a Chile desde Siria y se establecieron en Puerto Montt. Pese a la distancia, mantuvieron todas las tradiciones de su cultura, a sus hijos les enseñaron árabe y les contaron la historia de la tierra de sus ancestros.
A Karim, siendo adolescente, el papá de un amigo lo convenció de probar en el rugby y se enganchó. Hoy el tercera línea es el capitán de Old Reds, con el que competirá en el top 10, y hace malabares para compatibilizar los entrenamientos con su trabajo de abogado. Sin excepción, en todos los partidos lleva una muñequera de Siria que le regalaron.
El rugby en Siria lleva pocos años desarrollándose. Buscando crecer, los dirigentes decidieron rastrear por todo el mundo jugadores que pudiesen ser convocados. Así llegaron a Karim. "Tienen un programa de scout en busca de jugadores en Latinoamérica. Hay una persona encargada. Lo primero que tiene que hacer esa persona es ver si eres elegible según las normas de la World Rugby. Yo nací en Chile, pero tanto mi mamá como mi papá nacieron en Siria. Por ende, si cumplía con los requisitos necesarios para jugar por el país de mis padres. Llegaron a mí, me pidieron un video, armé uno con mis highlights y lo vio el entrenador. Me contactó y me dijo que le gustaría contar conmigo. Yo siempre digo que me siento muy chileno, pero también me siento muy sirio", le dice a Emol.
Hace poco más de una semana, Karim viajó a la ciudad de Damasco para sumarse a los entrenamientos. Apenas horas después de que llegase, un devastador terremoto dejó un reguero de muertos, heridos y ruinas.
"Está temblando, ¿qué hacemos?", le preguntó Karim a su hermano. Por whatsapp avisó rápido a sus familiares que estaba bien. Más que miedo, tenía pena.
"Acá donde estoy yo, se movió, pero no pasó a mayores. Hay ciudades que se han derrumbado, hartos edificios. Pero también hay que entender que son estructuras que vienen soportando bombardeos y soportando tragedias hace mucho tiempo. La gente está cansada. Yo estoy feliz de volver acá, pero es fuerte ver a un país que pasó por una guerra, que ahora está duramente sancionado por todo Occidente, asfixiado" expresa Karim, que es sobrino del accionista de Colo Colo Aníbal Mosa.
La última vez que Karim había estado en Siria fue en 2009. Después no pudo volver por la guerra civil que inició en marzo de 2011. En sus ratos libres, ha aprovechado de recorrer Damasco. Cuenta que es una ciudad segura, con comercio activo, pero con problemas económicos.
"Pero la gente de Siria tiene algo muy lindo: Siempre van a tratar de salir adelante. Aunque estén devastados, siempre te van a saludar en la calle, te van a invitar un café a la casa con lo mínimo, eso es demasiado lindo. El sirio es muy patriota, es muy de familia, muy honrado, muy educado, siempre va a estar orgulloso de sus raíces, siempre te va a recibir con las puertas abiertas, las ganas de salir adelante no se las quita nadie", afirma.
Pese al terremoto, el seleccionado decidió seguir con los entrenamientos. El último sábado jugó un partido amistoso contra un grupo militares de Fiyi integrados a los cascos azules de la ONU y en el que destacaba un campeón olímpico de rugby seven . Antes de comenzar el encuentro, hubo un minuto de silencio por las víctimas del terremoto que conmovió a Karim.
Karim viajará junto al equipo a los Emiratos Árabes Unidos para disputar la Arab Rugby Seven Cup el 18 y el 19 de febrero. La Federación cedió parte de su presupuesto para ayudar a los damnificados, por lo que el plantel tendrá que hacer parte del viaje por tierra.
Karim no tiene la certeza sobre si volverá a jugar o por la selección de Siria. Independiente de lo que pase, el viaje ha valido la pena.
"Me quedo con el cariño de mis compañeros. Si dicen que va a llegar alguien de afuera, quizá otra selección se lo puede tomar mal, puede ser algo fuerte. Todo lo contrario. Todos quieren hablar conmigo, me preguntan costumbres de Chile. Ha sido una experiencia muy linda", cierra.