Faustino Asprilla fue uno de los mejores jugadores colombianos en la década de 1990. El delantero era caracterizado por tener mucho gol y una gran técnica.
Tras grandes actuaciones en el Atlético Nacional, llegó al Parma en 1992 y se mantuvo por largas seis temporadas. Anotó 43 goles y brindó 26 asistencias en 150 partidos. Incluso, ganó una Copa Italia, dos Copa de la UEFA, una Recopa y una Supercopa de Europa.
Sin embargo y pese a lo anterior, el paso de Asprilla por Italia pudo ser mejor. Así mismo lo reconoció en La Gazzetta dello Sport.
"No tenía cabeza. No me gustaba entrenar, me costaba entender lo que me pedían los entrenadores, estaba acostumbrado a jugar con libertad y en cambio aquí hay que ser fiel a la táctica, pobre de ti si te equivocas".
Y agregó: "Y luego no llevaba la vida de un atleta perfecto: me acostaba tarde, y casi nunca solo, me despertaba muy tarde, me gustaba ir a discotecas y fiestas. En fin, en todo este lío que era mi vida, el fútbol no estaba en primer lugar. Este era mi límite. Pero me divertí mucho y creo que entretuve a mucha gente".
Asprilla luego estuvo en el Newcastle, Palmeiras, Fluminense, Atlante y en 2003 sorprendió a todos fichando por la U. Con los azules marcó 5 goles, uno clave en el último minuto para un 3-2 sobre la UC. Se ganó el cariño de los hinchas.
El colombiano también tuvo críticas para el fútbol moderno y cómo se juega.
"Lo miro, pero no me divierte. Todo pases laterales, poco regate. Y luego esos entrenadores que parecen alborotadores frente a los banquillos y les gritan a los jugadores lo que tienen que hacer. Me fastidia mucho el protagonismo de los entrenadores, parece que han inventado el fútbol y a lo mejor ni saben taponar un balón".
Finalmente, sostuvo que "¿te das cuenta de que hoy en día, para conseguir una toma en la televisión, hay asistentes que les muestran a los jugadores que tienen que entrar al campo cómo tienen que moverse, qué tienen que hacer, a quién tienen que marcar? ¿Estamos locos? ¿Crees que los jugadores no saben qué hacer? Déjalos libres, déjalos que se diviertan y verás que todos nos divertiremos mucho más".