Un gran escándalo envuelve al FC Barcelona con supuestos arreglos arbitrales en el fútbol español.
Una investigación de la Fiscalía de Barcelona, por un presunto delito de corrupción entre particulares a una empresa de José María Enríquez Negreira, ex árbitro y miembro del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018, por unos pagos de 1,4 millones de euros por el conjunto catalán entre 2016 y 2018.
Tras la revelación de este caso, en la entidad "culé" aseguran que hay una "mano negra" detrás de la publicación de la cadena SER. El presidente del club, Joan Laporta, indicó que "esto no casualidad, porque aparece cuando el Barcelona va bien".
Sin embargo, al revisar los números entre 2016 y 2018, época en la que el Barça habría "pagado" a los juez, ganó dos títulos de la Liga contra uno del Real Madrid. Mientras que en la Copa del Rey, los catalanes ganaron las tres.
Sin embargo, hay un dato fundamental: El elenco que tenía como gran figura a Lionel Messi en ese período, estuvo 746 días sin que le cobraran un lanzamiento penal en contra en el torneo español. Es decir, del 14 de febrero de 2016 al 1 de marzo de 2018, no se le sancionó una pena máxima a su rival.
En esos tres campeonatos de Primera División de España, al Barcelona se le cobraron 33 penales a favor y solo tres en contra. En el caso de las expulsiones, a los oponentes de los azulgrana les mostraron la roja en 23 oportunidades y solo cuatro veces un futbolista catalán se fue a las duchas anticipadamente.
Al terminar ese período, o sea desde 2018 en adelante, la cosa varía bastante. En penales, el balance es de 31 a favor y 19 en contra, mientras que en tarjetas rojas son 24 para sus rivales y 20 para los de la ciudad condal.
Posibles castigos
De acuerdo al reglamento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en su artículo 22: Derechos y obligaciones básicas de los miembros, sentencia en los apartado d y e:
- Observar los principios de lealtad, integridad y deportividad de acuerdo con los principios del juego limpio, lo que incluye, en particular, la obligación de abstenerse de realizar cualquier actividad que ponga en peligro la integridad de la RFEF o de sus competiciones, o conlleve el descrédito del fútbol.
- Abstenerse de aceptar o entregar dádivas, así como de aceptar o entregar cualquier beneficio que pueda razonablemente ser considerado excesivo de acuerdo con la cultura y costumbres locales, incluidas las invitaciones de terceros que ostenten intereses creados a futuro en las decisiones de la RFEF. En caso de duda, deberá consultarse a la Secretaría General de la RFEF.
En caso de infracciones más graves, que estipula el Real Decreto sobre Disciplina Deportiva (1591/1992), se adelantan posibles sanciones deportivas que pueden llegar al descenso.
En su artículo 14, que habla de las infracciones muy graves, indica que la pérdida de categoría o descenso podrían darse por "las actuaciones dirigidas a predeterminar, mediante precio, intimidación o simples acuerdos el resultado de una prueba o competición".
La situación del Barcelona podría complicarse aún más.
