Universidad Católica venció agónicamente a Ñublense por 2-1 en un partido escandaloso. Los chillanejos sufrieron tres expulsados.
La hinchada local terminó enardecida en el Nelson Oyarzún. Comenzaron a lanzar proyectiles al juez Fernando Véjar y a sus asistentes. Los árbitros no pedían dejar la cancha.
Los tuvieron que cubrir con unos quitasoles. Jaime García y Nicola Pérez, técnico y arquero de Ñublense respectivamente, fueron a pedirle a los fanáticos que se calmaran y a tratar de apaciguar los ánimos.
La tensión se mantuvo en camarines. De acuerdo a información de Cooperativa, el presidente del cuadro local, Sergio Gioino, increpó a los jueces.
Se reportó, además, que otro funcionario de Ñublense agredió con un golpe de puño a uno de los integrantes del cuerpo arbitral.
Jaime García habló en conferencia. Le mandó un mensaje al jefe de la Comisión de Árbitros, Roberto Tobar.
"Es difícil analizar un partido así, con mi equipo defendiendo con ocho jugadores y con Mauricio Isla pidiendo que dejaran de poner amarillas. Ante eso es complicado controlar a tus jugadores, pero él nos ayudó. Hay una cosa de arbitraje que debe ver Tobar y su comité", expresó.
El DT se refirió a de los hinchas que lanzaron proyectiles. Condenó la situación.
"Una cosa es tener humanidad, no me iba a prestar a que les pasara algo y traté de hacer que saliera conmigo de la cancha. Yo a pesar de todo lo frustrado que estaba le fui a proponer a Vejar que saliera con mi cuerpo técnico para que no les pasara nada y salieran de la cancha como corresponde", comentó.