La UFC 285 prometía grandes emociones. Uno de los considerados mejores peleadores de la historia de la marca volvía al octágono luego de tres años de inactividad. Habían dudas, pero
Jon Jones no falló y se convirtió en el nuevo poseedor del cinturón de los pesos pesados.
A sus 35 años, el estadounidense tenía la gran oportunidad de volver a la UFC a lo grande, peleando ante Ciryl Gane, por el título mundial. Al final, tras dos minutos y cuatro segundos del primero de cinco rounds, mediante una guillotina, Jones logró que el francés se rindiera.
Si bien las condiciones del oriundo de Nueva York nunca estuvieron en discusión, sí generaban dudas dos cosas: su regreso a las pistas tras más de tres años, su última pelea había sido en febrero del 2020, y el cambio de división que implicaba este combate, ya que hasta el 2020 se desempeñaba en la división de los semi-pesados.
Además, en frente tenía a un rival siempre complicado. Gane, de 32 años, si bien no es de los peleadores más atractivos, por su forma de pelear, sí es muy efectivo y uno de los más fuertes de la división.
Pero para "Bones" eso no importó. Rápidamente se adueñó de la pelea, y apenas pudo llevó al francés al piso. Ya en ese lugar la pelea tenía claro su destino. Jones logró dominar a su rival y aplicó una guillotina insoportable, para volver a lo grande al octágono más importante del mundo.
Mira cómo se definió al nuevo campeón peso pesado: