Para Mick Schumacher no ha sido sencillo estar en la Fórmula 1. El apellido de su padre, Michael, pesa demasiado, también las comparaciones.
Hoy es piloto de reserva de Mercedes y McLaren. El año pasado estuvo en Haas. La pasó muy mal. Los responsables del equipo no lo trataron bien.
El buen rendimiento del danés Kevin Magnussen, el otro piloto del equipo estadounidense, hizo que creciera la presión sobre Schumacher. La tensión entre los mandamases de Haas y el hijo del "Kaiser" se hizo evidente.
El jefe del equipo, Guenther Steiner, lo criticó con dureza en dos llamadas telefónicas que tuvo con el dueño de la escudería, Gene Haas. Ambas conversaciones aparecieron en "Drive to Survive", la docuserie de Netflix.
El primer diálogo se dio luego de que Schumacher se estrellase contra el muro en el GP de Arabia Saudita. Así fue la conversación:
Gene Haas: "El auto se veía muy mal cuando lo sacaron".
Steiner: "Sí, fue grave. Diría que entre medio millón y un millón (de gastos)".
Haas: "Carajo, le dimos un año para aprender. ¿Qué hace el segundo día? Destruye el auto solo porque el otro (Magnussen) es más rápido. Habla con Schumacher. Se está metiendo en problemas".
Steiner: "Es frustrante porque no había necesidad. Nadie viene a divertirse a la F-1. Debes rendir bien".
Schumacher admitió su equivocación. "Como piloto, siempre quieres ir al límite para saber cuál es el 100%, debes ir más allá. ¿Fue inteligente en hacerlo en una pista como la de Arabia? Tal vez no".
En el GP de Mónaco, el piloto volvió a sufrir un accidente. El auto se partió en dos. Hubo otra llamada entre Steiner y Haas:
Steiner: "Fue decepcionante, ¿no?"
Haas: "¿Cómo estaba Mick?"
Steiner: "No estaba enfocado desde el inicio. Se necesita talento".
Haas: "Sí".
Steiner: "El talento no se desarrolla. No se compra ni puede desarrollarlo".
Haas: "Está en la zona de los condenados al fracaso. Si no se pone las pilas, eso pasará pronto".
Schumacher logró mejorar y sumar algunos puntos, pero su temporada fue muy irregular. No le renovaron contrato.
"La F-1 es cruel. En cuanto a la presión, la temporada en general ha sido difícil. Pero creo que es cuestión de usar esa presión de manera positiva para mí y convertirla en algo que me motive. Para mí, al menos, mi apellido es solo una bendición. Algunos dirán que es una maldición, pero estoy ahí porque hice mi recorrido y me merezco estar en la F1", afirmó en uno de sus peores momentos del año pasado.
En "Drive to Survive" Steiner, además, contó cómo fue que despidió a Schumacher.
"Me senté con él y le expliqué que necesitábamos hacer avanzar al equipo con un piloto experimentado. Es parte de mi trabajo. No es algo agradable de hacer, pero solo tienes que ser profesional al respecto", relató.