El 5 de marzo hubo un grito de desahogo en el court central en San Carlos de Apoquindo. Nicolás Jarry (57°) se coronaba campeón del ATP de Santiago para así ganar su segundo título ATP.
El chileno, que ya había despuntado con unas brillantes semifinales en Río una semana antes,
ganaba el torneo de su familia y se consolidaba como el N°1 del país.
Luego de la final, jugada el 5 de marzo, Jarry se quedó algunos días en Chile para descansar, disfrutar con los amigos y su familia y luego tomó un avión rumbo a España.
Cabe destacar que no estaba inscrito ni en Indian Wells ni en Miami, pese a que se rumoreó que podría haber recibido un wild card para la qualy de este último torneo.
En compañía de su coach Juan Ozón y su preparador físico, Toni Estalella, el nacional se radicó unas semanas en Barcelona, donde continúan en una especie de mini pretemporada preparando la gira de arcilla que se le viene.
Jarry, que sigue en la ciudad condal, se apresta para volver al circuito a partir del 3 de abril en el ATP 250 de Marrakech, que tendrá un cuadro con jugadores como Lorenzo Musetti (21°), Daniel Evans (29°), Botic van de Zandschulp (32°) o Richard Gasquet (40°).
¿Y luego? En el calendario del santiaguino aparecen el Masters de Montecarlo -inscrito en la qualy, pero a tres bajas del cuadro principal-, el ATP 500 de Barcelona, el Masters de Madrid y finalmente el Masters de Roma. Todo esto, antes de Roland Garros.