Una
grave acusación de "racismo" sacude a la Primera B del fútbol profesional chileno.
Todo ocurrió en el partido que disputaron el lunes en el cierre de la fecha la
Universidad de Concepción frente a Santiago Wanderers.Una vez concluido el partido el delantero penquista,
Job Bognis, salió furioso y al borde las lágrimas. El atacante debió ser calmado por sus propios compañeros e incluso por el juez del pleito.
TodO se debió -según comentó el jugador camerunés-
a un supuesto insulto racista de parte del volante de Wanderers, Pablo Corral.
"No me caliento mucho en la cancha, pero hay cosas que molestan.
Son cosas difíciles cuando un rival te dice 'negrito'. Por eso me molesté. Fue Corral", señaló en diálogo con Diario Concepción.
Siguió. "El árbitro me dijo 'después lo vamos a revisar' y me pedía tranquilidad. Son temas en los que hay que meter un punto y que ciertas cosas se acaben. Yo sé que no soy de este país, pero uno se tiene que sentir bien en todos lados. Somos todos humanos. Para mí es un tema discriminatorio que me molesta mucho".
Aportó otro dato. "Pablo Corral no me pidió disculpas ni nada de eso. Uno de ellos se acercó, no sé quién era, me preguntó lo que pasó y me dijo 'disculpa, hermano, estas cosas no pueden pasar'. Pero Corral no”.
"Me duele esto, no estoy en mi país, pero me debo sentir libre donde sea. Lo bueno es que tuve el respaldo de mis compañeros. El resto de jugadores tienen acá a sus familias, al contrario mío. Son palabras que duelen. Nunca había vivido eso, nunca me había pasado. Hay que sacar ese tipo de cosas", agregó.