Polémica en el triatlón chileno. Diego Moya, uno de los mejores exponentes del país, quedó al margen de un importante evento con miras a los Juegos Olímpicos de 2024.
El deportista se perderá el World Series de Yokohama, que reparte mil puntos para el ranking olímpico. El tema es que ya tenía todo listo, incluso los pasajes comprados. Por eso, explotó.
"El 5 de mayo tenía pasajes comprados para la WTS de Japón, puntos importantes para los Juegos Olímpicos. El gerente técnico (Isaac Baeza) no me inscribió a tiempo para esta carrera. Con mi entrenadora Ana María mandamos la planificación en noviembre del año pasado, hoy perdí la confianza de la Federación Nacional de Triatlón. Estoy frustrado y triste por la situación, espero que no se repita", lanzó en su cuenta de Instagram.
Moya criticó fuerte a la federación. Es más, apuntó directamente con nombre y apellido. Según su versión, el responsable fue Isaac Baeza, gerente técnico. En el organismo asumieron el error.
"Sí, fue error nuestro. No tenemos justificación. El gerente técnico fue hacer el trámite y le dijeron que ya no se podía. Tratamos de conseguir una wild card, pero nos dijeron que no", sentenció el presidente de la federación Chilena de Triatlón, Agustín Riveros, a El Mercurio.
"No hay nada más que hacer. Nos equivocamos, quisimos solucionar el problema y no pudimos", agregó.
Pero el tema fue más allá. El organismo reconoció su error, aunque no le gustó la forma en que el triatleta dio a conocer el caso. Al gerente técnico le llegaron amenazas de muerte, denunciaron.
"Lo amenazaron de muerte, hablaban de delivery colombiano.... Y considerando cómo está el país, lo encuentro muy grave. Diego es libre de decir lo que quiera en redes, pero lo hizo después de la reunión en que le pedimos disculpas. Creo que se cruzó un umbral peligroso", sostuvo el mandamás de la federación.
El caso respecto al torneo de Yokohama ya está cerrado. Moya, pese a tener los pasajes comprados, no podrá ir en mayo próximo. Su desafío más cercano será este fin de semana en el Sudamericano de Lima.
El mensaje de Moya
