Bochorno. La violencia nuevamente deja en jaque al fútbol chileno. Este domingo, e
l clásico universitario entre la U y la Católica tuvo que ser suspendido a los 30 minutos del primer tiempo. Fuegos artificiales fueron lanzados a la cancha del Ester Roa Rebolledo y se desató el caos.
Los problemas comenzaron mucho antes del partido, que se jugó solo con público azul. La barra "Los de Abajo" denunció que Carabineros le prohibió ingresar "elementos de animación" y sacó un furioso comunicando. Criticó con dureza a las autoridades, a Azul Azul, habló de represión y lanzó: "Nos nos van a callar".
Cuando los equipos salieron a la cancha, hubo un enorme estruendo por petardos y fuegos artificiales. Se pidió que no se lanzaran más, pero se hizo caso omiso. Algunos fuegos artificiales detonaron cerca de Cristóbal Campos, portero de la U, con el duelo ya en desarrollado.l
Se pudo jugar un rato. Pero a los 30' el árbitro Francisco Gilabert paró el encuentro. Nuevamente lanzaron fuegos de artificio a la cancha, también cayeron cerca de las bancas y del sector donde estaban ubicadas las cámaras de televisión. El juez de línea y un camarógrafo salieron rápido y con las manos en los oídos. Sufrieron un trauma acústico.
En una de las tribunas del estadio, un grupo de encapuchados encendió bengalas y luego las lanzó a la cancha. Irrumpió Carabineros. Los padres trataban de proteger a sus hijos, personal del estadio habilitó salidas especiales para adultos mayores, también hubo hinchas que se enfrentaron a los vándalos y trataron de detenerlos, lo que generó peleas a puñetazos.
En el césped, los jugadores estaban desconcertados. Los de la U trataban de pedir calma, pero también estaban preocupados por sus familiares presentes en el estadio. Finalmente, ambos planteles se fueron a camarines.
Hubo muchas conversaciones en los pasillos del Ester Roa Jugadores, dirigentes, árbitros, personal de la ANFP, autoridades regionales y Carabineros caminaban a tranco apurado. Luego de más de una hora, se decidió que no estaban garantizadas las condiciones de seguridad para reanudar el fútbol.
Trabajadores del estadio y funcionarios policiales resultaron heridos. Hubo detenidos, condenas a lo sucedido. Pero, lamentablemente, las imágenes de hoy se hacen cada vez más comunes en el fútbol nacional. En el clásico entre Colo Colo y la U, jugado en marzo pasado, también se produjeron graves incidentes. Incluso cayó una cortapluma a la cancha.
La U, seguramente, recibirá un fuerte castigo.