La selección belga de pádel se ha convertido en una de las mejores del mundo. Sin ir más lejos en el Mundial de 2022 en Dubai quedaron sextos.
Entremedio de todo este éxito hay un chileno que ha sido pieza clave y fundamental en esta disciplina en el país europeo. Su nombre es Juan Pablo Abarca, tiene 51 años y es el coach de este combinado y una eminencia del pádel en esta nación.
"Nadie es profeta en su tierra"
Abarca en Bélgica es una celebridad del pádel. Llegó al país en 2013 y hoy, 10 años después, es coach de la selección, además de formar a los futuros entrenadores con la Federación. También entrena a jugadores de manera personalizada.
"
Estoy encargado de elaborar todos los módulos de capacitación para los entrenadores. Me toca a mí hacer toda la parte teórica y elaborar los ejercicios prácticos, las evaluaciones y todo", cuenta Abarca.
- ¿Cómo se da tu éxito en Bélgica? ¿Cuándo parte?
"En el 2014 un ex alumno mío de tenis, belga, quiso comenzar a mover un poco el pádel acá, y me dijo 'oye, por qué no nos ayudas a armar el equipo y tú nos haces de coach para el campeonato europeo y si nos va bien vamos al Mundial' que era en 2015 en Portugal. Acá no se conocía demasiado, había solo una cancha... y bueno, hicimos un equipo con solo ex jugadores de tenis y clasificamos al Mundial y fuimos".
Abarca se fue convirtiendo lentamente en un personaje importantísimo del pádel en Bélgica. Sin ir más lejos, como jugador fue campeón nacional en 2017 y luego en 2018 también se coronó en la categoría mayores de 35. Todavía compite.
Lo que ha hecho el chileno con la selección masculina belga es asombroso. Tomó solo a ex tenistas y los llevó en 2022 a ser sextos del Mundial en Dubai. Tienen solo un jugador que está empezando en el profesionalismo. Un logro histórico para el país.
"En Bélgica en 2014 había un cancha, hoy tenemos más de 1200, yo creo que vamos a llegar pronto a las 2 mil canchas para un país que es pequeño. Hay una gran afición y se está comiendo en varios lugares al tenis. Los clubes de tenis están sacando canchas de tenis para construir canchas de pádel"
Juan Pablo Abarca
"Hemos avanzado rápidamente, nos hemos posicionado como un buen país a nivel europeo y mundial. Tengo la impresión que le he podido dar un toquecito sudamericano a estos chicos que juegan muy bien. La Federación belga ha puesto un real interés en hacer algo serio", cuenta Abarca.
Sus inicios y por qué Bélgica
Este coach nacido en Santiago siempre jugó pádel. Este deporte llegó a su vida hace ya más de 30 años. Combinaba el tenis con esta actividad en el primer boom que se dio en Chile, en la década 1990, cuando aún no era una disciplina muy conocida.
"Partí el año 91 y claro, como era jugador de tenis, escalafón nacional y jugué algunos torneos internacionales pero no era tan bueno, tenía un buen nivel en dobles y lo del pádel se me dio bastante simple y siempre en Primera jugando torneos. Entre el 2010 y 2013 jugué bastante, ganamos algunos torneitos y estuve en los procesos para ir a mundiales", relata.
Como tenista, Abarca alcanzó el 1350° en dobles en 2003.
Su lazo con Bélgica tiene bastante tiempo. Estudió un Master en 1997 en Bruselas y se enamoró del país. En esa época aún se dedicaba al tenis y tuvo la posibilidad de ser sparring de varios jugadores, entre ellas de Justine Henin, ex 1 del mundo, ganadora de 7 Grand Slams y con quien entabló una fuerte amistad.
Volvió a Chile en 2000, inició un gran proyecto relacionado al tenis donde se especializó como entrenador y trabajó con jugadores como
Paul Capdeville, Hans Podlipnik o Julio Peralta, pero la idea del pádel -hasta ese entonces sin demasiada repercusión- revoloteaba por su cabeza.
Se mantuvo como coach de tenis en el país hasta 2013, año en que volvió a Europa por los problemas de salud de su mujer, que tuvo cáncer.
"Tomamos la decisión de venirnos a tratar a Bruselas, ya que había un centro que era muy avanzado. Decidimos movernos con nuestros dos hijos y nos vinimos a hacer tratamiento", cuenta el chileno.
Y así fue. Abarca retornó a Bélgica, se puso a trabajar en la academia de su amiga Justine Henin -con la que nunca perdió contacto- por varios años y se hizo cargo de toda la parte de desarrollo de la institución de una de las tenistas más importantes en la historia de su país. Luego, solo un año después, el chileno arrancó su historia con el pádel belga.
Tenis vs Pádel
El boom del pádel indefectiblemente está haciendo que se vea al tenis como rival. Esto mismo está pasando en Bélgica, según cuenta Abarca.
"Se está hablando mucho de esto en Europa... Acá está tan fuerte como en Chile. En 2014 había un cancha, hoy tenemos mas de 1200, yo creo que vamos a llegar pronto a las 2 mil canchas para un país que es pequeño. Hay una gran afición y se está comiendo en varios lugares al tenis. Los clubes de tenis están sacando canchas de tenis para construir canchas de pádel".
- ¿Por qué crees que pasa esto? ¿Se podrán igualar ambos deportes en términos de repercusión?
"Desde el punto de vista financiero es mucho más rentable. Metes más gente en la cancha, en el bar de club, en el restaurant, para comprar pelotas, grips, palas. Es un tema que marca mucho la tendencia hoy... Los torneos de pádel están llevando mucha gente porque hay una gran afición, el espectáculo es mejor. Me encanta el tenis pero también hay que ser consciente de que el pádel en términos de espectáculo es bastante llamativo, los jugadores salen a buscar pelotas afuera, situaciones inesperadas que hacen que el espectáculo sea bastante llamativo".
Por lo pronto, volver a Chile no está en los planes. Sí le gustaría recorrer el mundo en bicicleta cuando ya ni el pádel ni el tenis forme parte de su vida, aunque según sus palabras, parece más que complicado. El pádel belga lo necesita.