El Borussia Dortmund está muy cerca de obtener el título en la Bundesliga. El pasado fin de semana, venció 3-0 al Augsburgo y llegó a 70 puntos, dos más que el Bayern, que perdió 3-1 con el RB Leipzig.
Ante el Augsburgo, la gran figura de las aurinegros fue Sebastien Haller. El delantero anotó un doblete y con su poder de fuego alivió la tensión de los suyos.
El delantero marfileño llegó a inicios de temporada al Dortmund para llenar el vacío que dejó la partida de Erling Haaland al Manchester City. El cuadro alemán apostó fuerte por él. Puso sobre la mesa 35 millones de euros para sacarlo del Ajax.
Todo era felicidad por esos días para Haller. Pero una inesperada noticia lo remeció. El 18 de julio del año pasado fue diagnosticado con cáncer testicular.
Haller habló con su esposa y con sus hijos. Pero lo peor fue decirle a su madre. La familia ya había sufrido con la enfermedad.
"Llamé a mis hermanos y a mi hermana para decirles que estuvieran con mi madre por la noche, porque mi tía, que también era su mejor amiga, murió de cáncer en febrero de 2020. Sigue siendo un trauma en la familia y sabía que se tomaría la noticia con mucha dificultad", dijo el futbolista en entrevista con L'Equipe.
A Haller, que fue dirigido por Manuel Pellegrini en el West Ham, lo operaron dos veces y tuvo que someterse a cuatro sesiones de quimioterapia de cinco días cada una.
Al atacante se le consultó cómo manejó el miedo. Si algo va a pasar, pasará, respondió.
"La quimio destruyó mi cuerpo desde dentro, la operación desde fuera. Así que vuelves a empezar poco a poco. Y después de la quimio, aunque te sientes bastante bien, realmente pareces una persona enferma, tienes los ojos hundidos, no tienes pelo, los labios negros... Y los primeros días, debido al catéter en la garganta, tenía la voz de un tipo que se hubiera resfriado. Tuve que recuperarme para volver a encontrar mi voz porque hablaba muy bajo, sin fuerza. Fue raro", afirmó.
Después de atravesar esos meses difíciles, Haller aseguró que ya no es la misma persona. Aprendió a mirar las situaciones desde otro prisma, a saborear más los pequeños momentos.
Sin embargo, hay algo que le molesta. El trato de los demás. "Quieres mostrar que todo está bien, pero hay una especie de mirada de lástima, no sé, que te muestra que estás enfermo. ¡En realidad estoy bien, no te preocupes!", manifestó.
El 22 de enero de este año recién pudo debutar con el Dortmund. Fue el triunfo 4-3 contra el Augsburgo. Entró a los 61' y en sus zapatos naranja llevaba escrita la frase "fuck cancer".
Desde entonces, Haller suma nueve goles y cinco asistencias en 18 encuentros. En las últimas fechas aportó con cinco dianas.
El próximo sábado el Dortmund enfrentará al Mainz que no se juega nada. Si gana, será campeón. Para Haller sería mucho más que un título en el palmarés.