Cómo describir la semana que está teniendo
Nicolás Jarry (54°) en el ATP 250 de Ginebra.
Faltan adjetivos. El chileno volvió a estar en un nivel sencillamente superlativo y ahora
venció a Alexander Zverev (27° y ex 2°) para meterse en una nueva final.
Si ya en cuartos sacó al primer sembrado, Casper Ruud (4°), ahora dio cuenta del alemán y le ganó por 7-6 (3) y 6-3 en un partido que se extendió por 1 hora y 48 minutos.
En el duelo decisivo por el título espera
Grigor Dimitrov, 33 del orbe y otrora 3° del escalafón.
Pero lo de Jarry hoy fue sublime. Su saque volvió a ser el arma más letal que posee. Ganó el 90% de los puntos con su primer saque, perdiendo solo cinco en todo el partido. Además, conectó 7 aces y su derecha estuvo más afinada que nunca.
El chileno se mostró muy enfocado y con una capacidad resolutiva impactante. Solo concedió un punto de quiebre.
En el primer set ambos mantuvieron su servicio de forma casi perfecta y todo se fue al tie break. En el desempate, Jarry estuvo formidable para arrollar a Zverev y llevárselo por 7-3.
Luego, en la segunda manga, el chileno logró aprovechar un game bajo del alemán para quebrar, ponerse 3-1 y después mantenerse estoico con su saque y cerrar por 6-3.
Una victoria rutilante del santiaguino, que de esta forma logra sacarse la espina de la derrota ante el mismo rival en la final de este torneo en 2019.
Ahora va por Dimitrov, un rival de pergaminos. La final será este sábado.