El sábado recién pasado mientras el City se coronaba campeón de la Champions League,
un chileno iba por el título Mundial de peso mosca, de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), una de las más importantes del planeta.
Andrés Campos hizo una gran pelea ante el inglés Sunny Edwards, pero terminó perdiendo por puntos, en una decisión unánime, con un triple 117-111 en las tarjetas.
El púgil nacional quedó conforme con su cometido, pero quiere
revancha y está pidiéndola y que sea en Santiago.
Campos es hoy la gran carta del boxeo chileno, pero antes de llegar a disputar el título mundial su carrera estuvo marcada por varios hechos que fueron cimentando su fortaleza mental.
Este deportista es de Las Lomas II, un campamento emplazado en Lo Barnechea con hileras de casas de madera reforzadas con cholguán, nylon o trozos de lata. Allí vive gente que ha esperado toda su vida por una solución habitacional.
Sin mucho que hacer, Campos gastaba los días en la calle. "Me portaba mal, era vándalo", cuenta. Casi siempre tenía rabia. Lo echaban de los colegios, se metía en peleas a la menor provocación y se la pasaba de fiesta en fiesta o en el estadio viendo al Colo con su piño de "Lo Barne". En las calles veía gente consumiendo y se preguntó ¿por qué no? La droga era muy fácil de conseguir.
De todo esto, cómo se forjó, su pelea por el título y el futuro hablará este jueves desde las 15.30 horas en Agenda Deportes de EmolTV.
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