En la primera imagen, una charla dictada por la comisión arbitral; en la segunda, las jugadores esperando la llegada de los árbitros en Temuco.
El fin de semana pasado un nuevo bochorno ensombrecía el inicio de un del torneo del Ascenso del fútbol femenino chileno.
El partido Temuco-Ñublense no se jugó, porque no llegaron los árbitros y el Puerto-Santiago Morning sí se realizó, pero solo con el juez central, o sea sin asistentes. En un principio se habló de simples descoordinaciones, pero al pasar de las horas sorprendía el silencio de la ANFP ante tan graves hechos.
Claro, este miércoles se reveló la real razón de todo el problema y nuevamente el referato chileno está inmerso en un escándalo.
Según publica El Mercurio, que los árbitros no llegaran a los citados encuentros fue "premeditado". Todo habría sido un
"boicot" del colegio regional de Osorno, que rige los pitos del sur de Chile, y en protesta por la licitación que tiene la ANFP para renovar la planta arbitral en el fútbol joven y de mujeres. Ese proceso
-acusan- "está arreglado para favorecer" a la empresa del exárbitro, Claudio Fuenzalida, quien es muy cercano a Carlos Ulloa, integrante de la comisión que encabeza Roberto Tobar. El exreferee, Mario Sánchez, es apuntado como uno de los "cerebros" del boicot.
"
Yo no les avisé a los árbitros que tenían que ir a Temuco. En el caso de Puerto Montt estaba designado un juez de Santiago, que viajó, yo debía nombrar a los asistentes y tampoco lo hice", reconoce sin tapujos, Sergio Pinela, el encargado del colegio regional de árbitros de Osorno.
Más información en este
link