Llegó el día. Lionel Messi hizo su debut en el Inter de Miami. El argentino jugó en el duelo contra Cruz Azul de México por la Leagues Cup y le dio la victoria a su equipo en los descuentos con un golazo espectacular.
La expectativa por ver al campeón del mundo en Fort Lauderdale era enorme. El DRV PNK Stadium, con capacidad para 21 mil personas, estaba colmado. Los fanáticos pagaron cientos de dólares para estar ahí. Una bandera con el rostro del rosarino y el lema "Bienvenido a la familia" se desplegó en una de las tribunas. "Olé, olé, olé, olé, Messi, Messi", se comenzó a escuchar.
Cuando arribó al estadio, Messi se dio el tiempo de saludar a los fans y tomarse fotos. Se le veía sonriente, relajado. Una imagen muy distinta a la que ofrecía cuando estaba en el PSG.
Varios famosos fueron a ver el debut del ex FC Barcelona. La ex tenista Serena Williams, la modelo Kim Kardashian, Becky G entonó el himno de Estados Unidos. Minutos antes de que iniciara el partido, Messi se dio un abrazo e intercambió palabras con LeBron James, estrella ícono de la NBA.
La "Pulga" vio en el banco el primer tiempo. Su equipo, pese a no jugar bien, abrió la cuenta a los 44' con un tanto de Robert Taylor.
Messi entró a los 53'. Reemplazó a Benjamin Cremaschi. Lucía la 10 en la espalda y de inmediato le hicieron llegar la cinta de capitán. El estadio se vino abajo.
Cada vez que Messi tocaba la pelota, provocaba el delirio de los fanáticos. Robbie Robinson, el estadounidense que estuvo en Juan Pinto Durán y que terminó rechazando a la selección chilena, forma parte del Inter de Miami y desde hoy puede decir que compartió cancha con la leyenda.
Había ambiente de fiesta. Pero Cruz Azul lo empató a los 65' con tanto de Uriel Antuna.
Sin embargo, ese tanto no iba a amargar la noche del siete veces ganador del Balón de Oro. Cuando el empate parecía sentenciado, Messi convirtió el gol de la victoria en el cuarto minuto de tiempo añadido. Fue un golazo. Un tiro libre excelente, un zurdazo delicado que pasó la barrera, el arquero se estiró y no llegó.
La celebración fue emotiva. Messi corrió, salió del campo de juego y se abrazó con sus tres hijos. Una nueva era, una nueva vida ha iniciado para él.
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