Inicio de 2023 y cuatro jóvenes chilenos se iban a Europa con la ilusión de dar el gran salto de sus carreras. Sin embargo, medio año después tres de ellos ya volvieron al país.
El último y más emblemático caso es el de Joan Cruz. El volante de 20 años se rebeló contra Colo Colo y aludió a una cláusula de salida para irse libre.
El Grupo Pachuca compró su pase y lo llevó a la filial del
Real Oviedo, en la Cuarta división del fútbol español. Allá apenas jugó. En seis meses
sumó 5 partidos, 1 como titular. 132 minutos disputado fue el pobre registro de la temporada. Solo en uno estuvo más de media hora en cancha.
Ahora su equipo no lo tenía considerado. Querían ocupar el cupo de extranjero en otro joven y se le buscó una salida. ¿Dónde? De vuelta a Chile. Sorpresivamente fue anunciado como refuerzo de Everton.
En las últimas horas del mercado de pases, el elenco viñamarino, cuyo dueño es precisamente el Grupo Pachuca, inscribió al mediocampista para la segunda parte del año. Será un préstamo, anunció el Real Oviedo.
Pero lo de Cruz es un caso que se repite. Clemente Montes es otra clara muestra. También se fue a principio de año a Europa. Partió cedido a la filial del Celta de Vigo.
El delantero, de 22 años, totalizó 11 encuentros en el cuadro español, pero solo en 3 fue titular. Su registro fue de escasos 233 minutos. Nunca jugó más de una hora cuando fue estelar.
Finalmente, el Celta decidió no ejecutar la opción de compra tras finalizar el préstamo y Monte regresó a la UC. De hecho, ya ha jugado en su retorno y fue titular el pasado domingo en el triunfo de 2-1 sobre Coquimbo.
El otro caso es el de Williams Alarcón. Pasó lo mismo. También partió a España. Su lugar fue el Ibiza de la Segunda división y si bien fue el que más presencias tuvo, tampoco fue gravitante.
El volante, de 22 años, estuvo en cancha en 12 duelos y 4 de ellos como titular. Registró 514 minutos. Su equipo descendió, el préstamo acabó y volvió a Unión La Calera.
Al igual que Monte, Alarcón ya está recuperando un lugar en el cuadro cementerio a la espera de alguna posibilidad de salir.
El único que sigue, de los cuatro jóvenes que se fueron a Europa a principio de año, es Sebastián Pino (20), ex defensa de la UC que fichó por el Alavés y está en la filial, aunque también con escaso protagonismo.
