Cada cierto tiempo, el tenis femenino sorprende con alguna prodigio que pulveriza récords.
Si bien la última que asombró al mundo fue Mirra Andreeva, de apenas 16 años y 62 del ranking, ahora aparece otra que va en camino a ser una amenaza potente para el circuito WTA.
Se trata de Alina Korneeva, rusa de también 16 años y que no para de romper registros. ¿El último? El pasado domingo se coronó en el ITF W100 en Figueira da Foz, Portugal, y de paso, se convirtió en la tenista más joven en ganar un título de esta categoría.
Además, en la final se impuso por un expresivo y aplastante
6-0 y 6-0 ante Carole Monnet, sexta preclasificada y 165 del mundo.
"Estoy muy feliz por este torneo, por el resultado y por la final. Jugué muy bien y estuve muy concentrada desde la primera hasta la última pelota. Sentí que si fallaba tres bolas seguidas, ella empezaría a jugar mejor y mejor, así que la clave fue jugar cada bola sin ninguna emoción y sin fallar demasiado. Jamás había ganado a una jugadora tan buena por este resultado", dijo tras la victoria.
Pero lo de Korneeva no es de ahora. De hecho, es N°1 en juniors y ganó los dos primeros Grand Slam de la temporada, en Australia y también Roland Garros. Justamente en Melbourne -el primer torneo grande que jugó- derrotó en la final a Andreeva, su amiga.
Desde 1990 que una jugadora en juniors no ganaba los dos primeros majors de forma consecutiva.
La rusa todavía no ha jugado en el circuito WTA, pero con su trofeo obtenido en Portugal ya saltó al 220 del ranking -terminó el 2022 siendo 549°- y su meta es jugar la qualy en el US Open.
Korneeva lleva la competitividad en la sangre. Su padre ganó bronce en Pekín 2008 siendo parte de la selección rusa de vóleibol.
"Creo que soy tan competitiva por mi familia, en primer lugar, ya que vengo de una familia deportiva y eso me ha ayudado muchísimo. También, porque quiero jugar al tenis toda mi vida y quiero ganar muchísimo. Para ganar torneos y Grand Slams, tengo que jugar al tenis al más alto nivel", aportó la rusa.
