El 24 de julio,
Nicolás Núñez asumió como DT de una alicaída Universidad Católica, que no estaba cumpliendo una buena campaña con Ariel Holan en el banco.
El primer partido del estratega fue contra el líder Cobresal en el norte cinco días más tarde. Fue 2-2 en un duelo de ida y vuelta y que dejó sensaciones positivas.
Sin embargo, desde ese día, la UC no volvió a anotar goles. Jugó cinco partidos más entre Torneo Nacional y Copa Chile, sin hacerse presente en el arco rival. Ya va casi un mes que los precordilleranos no festejan un tanto.
Para ponerlo en datos, después del empate con Cobresal,
Católica perdió 2-0 con Audax y cayó 3-0 con Palestino. En Copa Chile, igualó sin goles ante Everton y Colo Colo y luego perdió 1-0 con el Cacique.
Además de no anotar, en estos duelos recibieron seis goles en total.
En medio de este complejo panorama, y ahora sin Copa Chile, a la UC le queda solo una chance más cercana de salvar el año: Meterse en puestos de Copa Sudamericana.
Actualmente, los franjeados están décimos del Campeonato Nacional con 27 puntos, pero a solo 3 de la Unión Española, que con 30 es séptimo y el último que está entrando a copas.
Ya muy lejos del título (están a 15 del líder Cobresal) y a 8 de puestos de Libertadores, es la Sudamericana lo que parece más cercano para los franjeados.
Pero en la UC no hay tiempo para lamentarse. El sábado a las 17:30 tendrán otra nueva chance. Enfrentarán a Ñublense por el torneo.
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