Pese a que se corrió hace 15 años, hoy
el campeonato de 2008 de la Fórmula Uno tiene encendida la polémica.
Resulta que el brasileño
Felipe Massa, retirado el 2017, está pidiendo formalmente a la FIA que se le entregue el título de esa temporada.Su reclamo va directamente enlazado al GP de Singapur de ese año, cuando ocurrió el famoso "Crashgate", día en que el Renault de
Nelson Piquet Jr. chocó deliberadamente, permitiéndole a su entonces compañero, Fernando Alonso, ganar la carrera.
El accidente provocó el ingreso del coche de seguridad cuando Massa lideraba la competencia y luego perdió su ventaja. Una pésima parada posterior en los boxes de Ferrari le costó la carrera al brasileño, finalizando 13ro.
Hamilton, al volante de un McLaren, quedó tercero en Singapur. El británico acabó llevándose ese año el primero de sus títulos en la F-1, tras un dramático quinto puesto en el GP de Brasil, ganado por Massa.
La diferencia entre los dos pilotos fue de un punto.Piquet contra Renault
El lunes 3 de agosto de 2009, a mitad de temporada, Flavio Briatore decidió despedir a Nelson Piquet Jr. Después de aquello, el piloto se vengó y denunció a Renault por lo ocurrido en Singapur 2008. Aseguraba que el equipo francés le había pedido chocar a propósito en para que Alonso ganara aquel Gran Premio.
La FIA le aseguró inmunidad si lo contaba todo y le permitiría seguir compitiendo a cambio de su confesión. Aquello desató el 'Crashgate'. Renault lo negó, pero la FIA investigó el caso y encontró pruebas suficientes que apuntaban hacia el escándalo. Aquello acabó con la expulsión de la F-1 del entonces jefe de equipo, Flavio Briatore, y del ingeniero jefe, Pat Symonds. También querían expulsar a Renault del campeonato, pero aquello no se hizo efectivo y finalmente le multaron con 5 millones de euros.
El reclamo de Felipe Massa
El brasileño acusó a la Federación Internacional de Automovilismo de haber conspirado en su contra para evitar que fuera proclamado campeón mundial el 2008, y sostiene que es el "legítimo" ganador del título.
Massa plasmó su denuncia en una carta enviada a la FIA — el ente regulador del automovilismo deportivo — como parte del primer paso de una batalla legal en Gran Bretaña.
La carta también fue enviada a la Fórmula Uno, aseverándose que ambas organizaciones no supieron proceder tras enterarse ese mismo año del escándalo.
La misiva de Massa se precipitó a raíz de una entrevista que Bernie Ecclestone, el exjefe de la F-1, dio en marzo y en la que admitió que estuvo al tanto que Piquet se había estrellado deliberadamente ese mismo año, pero que optó por no investigar hasta que Hamilton recibió el título en una ceremonia de la FIA.
Massa argumenta que esa decisión quebrantó el contrato y acusó a las dos organizadores de no preservar la integridad del deporte.