Chile, Uruguay, Argentina y Paraguay. "Juntos 2030". Esa era la consigna. Cuatro países por un mismo sueño. Ser sedes del Mundial centenario. Pero solo tres de ellos lo cumplirán. Chile fue el excluido. Fue una sorpresa.
Desde Conmebol responsabilizaron a la FIFA. Lo mismo desde la ANFP. "La decisión fue netamente de la FIFA. Fue unánime. Los criterios de exclusión son cuestionables", sostuvo Pablo Milad.
Pero más allá de las explicaciones... ¿Qué pasó? ¿Cómo se gestó el revolucionario Mundial 2030 que dejó fuera a Chile?
Todo comenzó semanas antes. Hace rato que la FIFA sabía del firme interés de Sudamérica por tener el evento amparado en un "celebración histórica" por los 100 años del primer Mundial. Pero al frente estaba la poderosa candidatura europea. Había que negociar.
"Alejandro Domínguez sabía que podía quedar sin nada. La FIFA había manifestado la intención de darle la sede a España, Portugal y Marruecos. Entonces, el presidente de la Conmebol comenzó a negociar a contra reloj", contó el diario Clarín de Argentina.
El presidente de la Conmebol siempre puso sobre la mesa la historia. Fue su "caballito" de batalla. "Fueron semanas intensas de conversaciones discretísimas", detalló el medio El Mundo de España.
Al ver que la decisión de la FIFA iba en contra de los deseos de Sudamérica, el "muñequeo" de Domínguez se intensificó. Le ofrecieron un inédito torneo con la idea de "contentar" el deseo de Conmebol.
"Fue ofrecido un campeonato a disputar en 2029 entre las ocho selecciones que son campeonas del mundo. Esa idea no cuajó, pero fue el primer paso sobre el cual se comenzó a trabajar", detallaron.
España comenzó a ganar terreno y presionó por su candidatura en conjunto como la "única" viable para organizar la cita de 2030. FIFA también lo vio así. Sin embargo, asumían que la presión de Sudamérica seguiría.
"Entonces se iniciaron una serie de conversaciones entre las comisiones técnicas de las dos opciones, aderezadas al más alto nivel por los Gobiernos, que
cambiaron ese torneo extraño en 2029 por la cesión, por parte de la candidatura española, marroquí y portuguesa, de los tres primeros partidos del torneo, incluido, claro, el inaugural, a disputar en el Estadio Centenario de Montevideo. Eso a cambio de que la candidatura sudamericana no siguiera adelante", contaron.
Ese último punto fue clave. La Conmebol asumió que era esa inédita propuesta o nada. Y aceptó. ¿Y por qué Uruguay, Argentina y Paraguay sí, y Chile no?
Por ahora no está claro en qué momento se decidió sacar a Chile, aunque en Uruguay dieron una clara señal: Hace unos días todo ya estaba "amarrado".
"El sábado me llamó Domínguez", dijo el mandamás de la federación charrúa, Ignacio Alonso. Reconoció que la derrota se avecinaba y había que mover fichas. "La perspectiva desde lo electoral era negativa, 107 votos contra 211. Cuando Marruecos se unió, ya veíamos que no era posible tener el Mundial 2030", dijo a Radio Sport 890 de su país.
A Milad no se le comunicó nada. De hecho, esta misma semana exponía en un seminario sobre la organización del Mundial. Ya con todo consumado, se le darían las razones de la marginación.
"Aludieron a que como habían tres sedes, dos continentes como Europa y África, ya no podían ser cuatro en Sudamérica porque buscaron el equilibrio de tres y tres países de dichos continentes", explicó el presidente de la ANFP.
Entonces, la decisión -de la FIFA aseguran en Conmebol- fue sacar a Chile. Domínguez aceptó con tal de quedarse con un "pedazo" del Mundial 2030.
"Era imposible conseguir los votos, era imposible conseguir la inversión para organizar un Mundial de tal magnitud, y sin embargo Domínguez con firmeza y decisión, trabajando uno por uno logró que Sudamérica tenga su Mundial", señaló el presidente de la AFA, Claudio Tapia. A esa altura la torta ya estaba repartida y no alcanza para Chile.
"Me dijeron lo siguiente: Montevideo por derecho propio, por ser el primer Mundial. Argentina por ser el campeón actual y Paraguay por ser la sede de la Conmebol", profundizó Milad.
