"Estoy muy contento, felicitaciones gigantes. Un orgullo. Nos impone un deber como Estado de seguir apoyando el deporte". Las palabras son del Presidente Gabriel Boric luego de que Jorge Pérez, magallánico como él, ganara una remarcable medalla de plata en el judo de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Han sido días ajetreados para Pérez. Le piden fotos, saludos, lo reconocen y lo felicitan en la calle. Un cambio radical en su rutina diaria.
"Yo nunca pensé el alcance que iba a tener mi resultado. Yo siempre digo que trabajo para mí, pero que la gente se haya dado cuenta o se haya identificado con todo lo que hice y que el mismo Presidente me haya dedicado palabras es honorable. Siento satisfacción. En este campeonato iban a evaluar mi beca Proddar, que tengo del año pasado de los Juegos Odesur y dura un año no más esa beca, estaba un poco urgido, nervioso, pero esta medalla me da un poco más de tranquilidad, puedo seguir, no con tanta presión como sentía", le comenta a Emol.
Antes de que iniciaran los Panamericanos, a Jorge en su cuenta de Instagram (@jorge_perez81) le salieron varios recuerdos de hace dos años entrenando solo en el patio de su casa. Las condiciones no eran las ideales, pero quería volver al alto rendimiento y se las arreglaba con lo que tenía mano. Por ejemplo, apiló varios neumáticos para tener donde apoyar la barra con la que hacía sentadillas.
- Luego de ganar la medalla de los Panamericanos dijiste que entrenabas con las almohadas de tu mamá.
"He leído varios comentarios con motivo de burla y a mí no me hace gracia que se burlen de lo que yo tuve que hacer para estar acá. Me he molestado un poco porque me han tirado muchas bromas con eso y para mí no es chistoso. Le rompí algunas almohadas a mi mamá, pero en un momento ocupé eso porque necesitaba un objeto de inestabilidad y la almohada la arrugaba y la pisaba. No quiero que digan 'oh, el tipo penoso'. Mi mamá me ayudó a buscar y encontré personas que me ayudaron".
La historia detrás del éxito de Jorge Pérez
Pérez inició en el judo cuando estaba en segundo básico, fue quemando etapas como juvenil y con 16 años dejó a su familia en Punta Arenas para instalarse en la residencia del CAR en Santiago.
Pero en un momento se hartó y se alejó del judo. Fue un período tumultuoso.
"Yo dejé de hacer judo como en junio de 2019. Me había operado la rodilla derecha, estaba con depresión y lo tenía escondido de mis papás. Yo estaba en Santiago y ellos en Punta Arenas. No es que sea rencoroso, pero tengo buena memoria y eso es un motor hoy en día. Por un lado, la depresión fue culpa mía, porque dejé que personas se metieran en mi vida y prácticamente fui sumiso en ese momento. Estuvo mal porque nunca alcé la voz y nunca informe las cosas que me estaban pasando, me las guardaba. En ese entonces tuve problemas con los técnicos que habían antes en el proceso pasado", declara.
Siguiendo con el relato, el deportista profundiza en los motivos que lo afectaron en aquel entonces: "Terminé cuarto medio y me metí a estudiar a la universidad. Mi papá me depositaba la plata de la mensualidad, pero no iba a clases y me sentía mal porque estaba él estaba pagando por algo que yo no estaba haciendo. El técnico no me dejaba ir a clases, a mí me preocupaba, yo no derrocho dinero. Terminé muy mal con los técnicos".
Pérez vendió sus trajes de judo y regaló sus zapatillas. Estuvo trabajando en una constructora, también como promotor, pero nada le gustaba. "No me hallaba", apunta.
Cuando se desató el caos de la pandemia, decidió irse de Santiago y volver a Punta Arenas. Lo emplearon en una pesquera y después en una salmonera. En sus ratos libres, salía a trotar, bien abrigado para protegerse de la lluvia, el viento y la nieve. Era un momento de felicidad.
Nuevamente sintió deseos de competir. Se ganó un proyecto del Gobierno de su región para ir a España y ese viaje lo transformó.
"Estaba nervioso porque nunca había ido a Europa y el nivel en Europa es fuerte porque están todas las potencias. Cuando empecé a entrenar allá me di cuenta que botaba gente, que me iba bien y que estaba peleando con tipos buenos. Yo dije: 'soy bueno, tengo que volver'. El tiempo yo sé que no se recupera, pero sí puedes hacer un nuevo proceso y comenzar con nuevas energías. Eso me hizo click. Después de ese viaje mi mente cambió brutalmente", declara.
En esa época, Pérez trabajaba y estudiaba para ser preparador físico. Para poder sostener su carrera deportiva organizaba rifas en Punta Arenas. Le escribía a varias pymes por redes sociales y les pedía que por favor le donaran premios.
"Con las rifas financiaba mi alimentación, mi suplementación, me compré ropa, porque me tuve que volver a armar. Quiero en un momento publicar y darle las gracias a cada uno de esos locales. Por rifa tenía 20 o 30 premios. Cada uno de esos premios me sirvió para estar acá. Las pymes cero drama, mucha disponibilidad", expresa.
Con ayuda pudo costear comida y un hostal para estar nuevamente en Santiago entrenando. Echaba de menos a su familia, pero los pasajes a Punta Arenas se escapaban de su presupuesto.
Los resultados de a poco fueron llegando. En los Odesur del año pasado fue medalla de plata y este 2023 fue campeón en el Open Panamericano de Córdoba.
Pero cuando faltaban solo tres meses para Santiago 2023 sufrió una lesión en el entrenamiento. Con las dos manos se tomó la rodilla. Dice que lo único que pedía en ese momento era que el ligamento no estuviese roto.
"Se me vino el mundo abajo. Yo tengo cuatro operaciones. Dos de rodilla, una de tobillo y una de muñeca. Si el ligamento estaba roto, era otra operación y eran seis a nueve meses de recuperación, me perdía un año y medio o dos años de carrera. Hablé mucho con mi psicóloga, me entregué a ella, pedí permiso para ir a mi casa una semana. Me chocó. Sabía que tenía las herramientas, que podía lograrlo, sabía el nivel que estaba teniendo y que estoy teniendo. Solamente me dediqué a no fallar ni un solo día al kinesiólogo. Mucha respiración, dormir con música de meditación me ha servido mucho", asevera.
-¿Cuál es tu siguiente objetivo?
"Quiero ir a unos Juegos Olímpicos. Me faltan recursos económicos. Necesito estar entrenando con las potencias mundiales de mi categoría y competir a ese nivel para juntar puntos para clasificar a unos Juegos. Estoy sintiendo que puedo, porque con los que he competido compiten en Europa siempre en Grand Slam o Grand Prix y ellos pasan rondas. Me da para pensar que puedo tener un objetivo mayor, que puedo lograr cosas mayores".
-¿Qué le dirías al Jorge que estaba retirado dos años atrás?
"Que estaba equivocado. Me acuerdo y me emociono, es rayado je. Pero eso, que estaba equivocado y que en verdad no me arrepiento de haber vuelto".