Con una profunda decepción finalizó Gabriel Kehr su participación en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. El lanzador de martillo era una de las principales cartas de medalla para Chile en el atletismo junto a su compañero Humberto Mansilla, con quien había hecho el 1-2 en Lima 2019, en lo que había sido una actuación histórica para el deporte nacional.
Sin embargo, en esta oportunidad su rendimiento distó del que él mismo esperaba al terminar en la sexta ubicación. La autocrítica de Kehr fue contundente.
“No pudimos estar a la altura de poder dar un buen espectáculo. La verdad estaba disfrutando, me sentía bien, pero cuando empecé a darme cuenta de que no andaba tan bien técnicamente me costó volver a la competencia. Por ahí me desconcentré un poco y no pude solucionar esos aspectos técnicos”, señaló el martillero en conversación con Emol una vez concluida la competencia.
El atleta de 27 años venía realizando sólidas actuaciones esta temporada, luego de finalizar en noveno lugar en el Mundial de Budapest hace dos meses y haberse acercado a su mejor marca (77.66 metros) con un 77.06 en junio pasado. Esta vez solo pudo hacer un registro de 74.32, 66 centímetros por debajo incluso de lo que marcó en Lima para llevarse el oro.
“Venía entrenando súper bien, había sido un buen año y creí que lo iba a poder cerrar mejor. Entrenando estaba en buenas marcas así que me pilla un poco de sorpresa mi rendimiento hoy, pensaba que estaba todo para dar el siguiente salto de poder pararme con los mejores del mundo”, expresó Kehr.
Vale decir que el lanzamiento de martillo fue una de las pruebas de mayor nivel en estos Juegos, ya que contó con la presencia de cuatro de los diez mejores del planeta en la disciplina, contando a Kehr. Incluido el vigente campeón mundial, el canadiense Ethan Katzberg, que se coronó en Hungría hace dos meses y ratificó su reinado en el Estadio Nacional batiendo el récord panamericano hasta en tres ocasiones.
El oriundo de Villarrica analizó el nivel de competencia que se vio en estos Panamericanos en el martillo, más exigente que el de hace cuatro años cuando se colgó la presea dorada.
“El nivel ha subido harto en América a diferencia del 2019, pero eso es bueno porque así no tengo que buscar competencia en Europa. Espero hacerlo mejor la próxima vez y seguir entrenando, el otro año hay Juegos Olímpicos así que hay que analizar en frío la situación cuando terminen los Panamericanos. No salió como esperaba, quería revalidar el oro”, añadió.