Una secuencia realmente insólito la que le ocurrió a Stanislas Wawrinka (53°) en su duelo de segunda ronda en Metz ante el francés Luca Van Assche (70°).
Wawrinka mandaba con claridad en el partido.
Había ganado el primer set por 6-3 y en el segundo iba 6-4 en el tie break, o sea, con dos match points.
Sin embargo, justo en ese momento se lesionó el tobillo y la historia se acabó. El suizo quedó tendido y aunque luego quiso volver, desperdició las dos pelotas de partido y perdió el desempate por 8-6.
Wawrinka no pudo continuar y así puso fin a su temporada, de la peor manera. Una lesión en un momento clave...
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