El domingo 15 de octubre se jugó la última fecha de la fase regular de la Primera B. Ha pasado exactamente un mes y medio y la realidad que viven varios jugadores es dura.
Para ocho equipos la temporada acabó anticipadamente. Fueron realidades distintas. Unos quedaron fuera de la liguilla y del sueño del ascenso. Otro, como Puerto Montt, perdió la categoría.
Si bien años anteriores el certamen finalizaba con anticipación para quienes no peleaban por nada, esta vez fue mucho antes de lo habitual. Y ese impacto se ha hecho sentir.
Más allá de las distintas situaciones deportivas, todos comparten la misma realidad: Sus futbolistas quedaron a la deriva, sobre todo los que terminaron contrato.
Hay varios casos cuyo vínculo expiró al finalizar el torneo, o sea, la misma quincena o finales de octubre. Por ende, ya llevan un mes sin sueldo y han tenido que buscar otras actividades para generar ingresos.
"Lo que pasó este año es lamentable. Muchos compañeros hoy están cesantes y hay familias detrás. El tema de no recibir más sueldo por tantos meses es complejo. Uno se prepara para este período, pero claramente no tener sueldo por tres o cuatro meses cambia todo el panorama. Es lamentable", cuenta a Emol, Christopher Díaz, jugador de Rangers.
Si bien el lateral tiene contrato vigente con el club talquino, ha visto muy de cerca la realidad de varios compañeros que finalizaron su vínculo o fueron finiquitados.
"Muchos compañeros hoy están cesantes y hay familias detrás. El tema de no recibir más sueldo por tantos meses es complejo
Christopher Díaz, jugador de Rangers
"Estos meses de para nos pone en una situación compleja tanto deportiva como económica y familiar.
Hay programaciones anuales por el tema de los colegios y los jugadores se tienen que ir anticipadamente de la ciudad. No afecta solo lo monetario, también lo deportivo. Recuperar el nivel después de tantos meses se torna complejo. Baja la calidad de los torneos el estar mucho tiempo parado", sostiene.
Bayron Monroy, figura de San Marcos de Arica y pretendido por varios equipos, también ha visto cómo la situación ha golpeado a sus colegas y amigos.
"Yo tengo contrato, me quedan dos años, me pagan al día y afortunadamente no siento esa presión que viven otros compañeros. Pero si veo como algunos sufren con esta para larga porque quedaron sin club. Si les llega a pasar algo por ejemplo en cuanto a salud, quedan en el aire y eso es preocupante", indica.
"Un compañero me contaba que tiene un acuerdo de palabra con un club, pero que le harán el contrato cuando recién empiece el torneo. Estos meses son solo de palabra. Entonces es difícil sobrevivir a tantos meses sin sueldo, más si tienen familia o hijos. Algunos se colocan a trabajar en lo que salga, a hacer su vida normal durante este tiempo. Por eso la para del torneo durante mucho tiempo es mala, hay varias familias detrás que quedan en el aire y tienen que luchar por estos meses cómo sea", relata.
"Los futbolistas no pueden ser temporeros de la actividad, no pueden tener una actividad que dure nueve meses y que el resto del año tengan que salir a trabajar en otros temas"
Gamadiel García, presidente del Sifup
Mismo escenario ve Jorge Romo, volante de Barnechea. "Estamos de vacaciones desde el 15 de octubre.
En total serán tres meses de inactividad, lo que implica no recibir sueldos. Se vienen gastos importantes por Navidad y Año Nuevo y algunos jugadores se ven obligados a trabajar en otros rubros para poder generar ingresos", señala a ADN radio.
La visión del Sifup
El presidente del organismo, Gamadiel García, reconoce que el panorama es complejo para varios jugadores y que el fin anticipado del certamen no fue bueno.
"Son variadas las situaciones. Algunos terminaron contrato a final de la temporada, otros siguen vigente. Que el torneo termine con tanta anticipación no es bueno, siempre se ha solicitado que los torneos tengan una estandarización y que terminen en una fecha y terminen en la misma tanto para la A , la B y la Segunda División", señala.
"Los futbolistas no pueden ser temporeros de la actividad, no pueden tener una actividad que dure nueve meses y que el resto del año tengan que salir a trabajar en otros temas o labores porque tienen que sostener en estos meses de para. Es un tema preocupante y se han hecho las propuestas necesarias para poder modificar esta situación", cierra.