En la final de la Copa Chile entre Magallanes y Colo Colo se vivió un hecho insólito. Alejandro Molina, uno de los árbitros asistentes, fue reemplazado a los tres minutos.
El juez sintió molestias musculares, trató de realizar un pique y no pudo. Fue atendido y se dio cuenta que no estaba en condiciones de seguir.
Molina salió visiblemente afectado del terreno de juego. Cuando entró al túnel rumbo a los vestuario, tuvo un arrebato y lanzó con furia el intercomunicador.
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(Crédito: TNT Sports)