Hoy, 29 de diciembre,
se cumplen 10 años del trágico accidente que cambió para siempre la vida de Michael Schumacher, multicampeón de la Fórmula Uno y para muchos el mejor de la historia en este deporte.
En 2013, el alemán esquiaba en la estación alpina de Meribel en Francia en el contexto de unas vacaciones familiares. Sin embargo, una dura caída provocó un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó muy a maltraer.
De ahí en más, pese a que en primera instancia estaba consciente, su estado fue empeorando y
fue trasladado a una clínica en Grenoble, donde cayó en coma.
En 2014, eso sí, salió del coma y el silencio de su familia ha sido la tónica en estos años.
Schumacher vive en su casa en Gland, siendo asistido por su esposa Corinna y una decena de enfermeros y médicos en un hermetismo total.
Son pocos los cercanos que han podido visitarlo. Destacan algunos nombres como Ross Brawn, su director en Bennetton, Ferrari y Mercedes; y Jean Todt, su jefe en la era dorada de la escudería italiana.
"Es diferente y está maravillosamente guiado por su esposa e hijos que lo protegen. Su vida es diferente ahora y tengo el privilegio de compartir momentos con él. Eso es todo lo que hay que decir. Desafortunadamente, el destino lo golpeó hace diez años. Ya no es el Michael que conocimos en la Fórmula 1", dijo Todt recientemente en L'Equipe.
Esas declaraciones son quizás lo más próximo a un parte médico que se ha sabido de Schumacher en el último tiempo.
El sitio Marca incluso lo afirma de manera más tajante: "
La familia, a partir de abril de 2014 levantó un muro protector en torno al heptacampeón del mundo, una barrera para poder seguir con una vida normal y anónima en lo posible para su mujer, Corinna, y sus hijos, Gina Maria y Mick".
Momento en que sale de coma
Fue el 16 de junio de 2014 que Schumacher salió del coma. "Michael ha dejado el CHU Grenoble para continuar su larga fase de rehabilitación. ¡Ya no está en coma!", se informó desde la clínica sin brindar detalles.
"Su familia desea agradecer a todas las personas que le han enviado sus buenos deseos a Michael. Estamos seguros de que lo ayudaron. De cara al futuro, pedimos que se entienda que su rehabilitación tendrá lugar en privado", añadieron.
Y así fue. Pese a que el alemán despertó, ya nunca más volvió a ser el mismo. Según distintos reportes de la prensa europea, perdió casi 25 kilos de peso y en primera instancia se mudó a Lausana para después irse a Gland, Suiza.
Las últimas "noticias"
Tras casi cinco años sin novedades debido al total hermetismo de su familia, en septiembre de 2019 se supo que Schumacher estaba en el Hospital Europeo Georges Pompidou de París, para someterse a un tratamiento secreto de células madre.
Según Le Parisien, el hospital se convirtió en un verdadero búnker.
"Te puedo asegurar que está consciente", revelaba un enfermero.
El doctor a cargo, Philippe Menasché, eso sí, disparaba: "Yo no hago milagros. Con mi equipo no estamos haciendo ningún experimento, término abominable que no se corresponde con una visión sería de la medicina. Ha habido muchos progresos en los últimos 20 años, pero lo cierto es que todavía sabemos muy poco de las células madre".
En 2020, Felipe Massa, ex compañero en Ferrari, lo visitó y habló de lo que fue su encuentro: "Sé cómo está, tengo información. Mi relación con él siempre ha sido muy cercana. Creo que lo principal de todo esto es que sabemos que su situación no es fácil, que está en una fase difícil, pero debemos respetarlo, como he hecho con la familia. No les gusta divulgar ninguna información, ¿y quién soy yo para hacerlo?".
Y luego, nada más. Este mes se estrenó un documental llamado "Being Michael", que tiene testimonios de amigos y rivales en la pista del alemán.
Como dato, también una investigación del periodista Jens Godeon reveló dos errores cuando sucedió el accidente.
El primero, la imprudencia del propio piloto de esquiar ese día cuando había poca nieve, muchas rocas y un clima algo hostil. El segundo, que el diagnóstico que se hizo en primera instancia fue erróneo porque creyeron que el germano estaba consciente. Esto hizo que lo trasladaran a la clínca de Moutiers, pero en el camino se dieron cuenta que fue empeorando y así terminó en Grenoble. De no haber perdido ese valioso tiempo de vuelo, quizás habría otra historia.
¿Más que eso? Nada. El progreso de uno de los mejores -sino el mejor- piloto de F-1 de la historia es una incógnita.
