El fútbol siempre entrega historias increíbles y en la Copa África no es la excepción. Esta vez, la protagonista es Costa de Marfil, selección anfitriona del torneo.
Lo cierto es que el certamen comenzó bien para los marfileños, ganando 2-0 a Guinea-Bisáu. Pero todo se desmoronó en cuestión de días: Perdió 1-0 con Nigeria y luego 4-0 con Guinea Ecuatorial.
Esta última derrota, una de las peores de su historia y la peor de un equipo anfitrión, echaba casi por tierra las chances de clasificar a octavos de final. Necesitaban una serie de resultados que parecían improbables.
En la decepción, la Federación tomó una decisión drástica:
Despidió al DT Jean Louis Gasset.
Pero ocurrió lo impensado. Costa de Marfil se vio beneficiada de resultados increíbles (incluidos dos goles en el alargue de Mozambique a Ghana) y consiguió avanzar de ronda como el cuarto mejor tercero.
En la desesperación ya sin DT, intentaron -sin éxito- convencer a la Federación francesa de fútbol de que les cediera a Hervé Renard, técnico de la selección femenina, y conocedor del fútbol africano, según L'Equipé.
Sin embargo, recibieron negativas y fue el ex futbolista Emerse Faé, con apenas días de trabajo, quien tuvo que hacerse cargo del próximo desafío en calidad de interino.
Costa de Marfil enfrentó ayer lunes a Senegal, vigente campeón y la única selección en ganar todos sus encuentros en la fase de grupos. Lo que pasó fue increíble.
Senegal ganaba con gol de Habib Diallo a los 4', pero a los 85', sobre el final, Franck Kessié marcó el empate a través de un lanzamiento penal.
En los penales, la gloria: 5-4 para Costa de Marfil, que no erró ningún disparo. Ahora esperan al ganador entre Mali y Burkina Faso. De estar casi eliminados a soñar con el trofeo.
