Xavi Hernández y Pep Guardiola.
Agencias/Emol
Xavi Hernández no será más el técnico del FC Barcelona cuando termine esta temporada. Lo anunció el fin de semana pasado tras la derrota frente al Villarreal.
Este martes el ex futbolista blaugrana habló en conferencia de prensa y se desahogó.
"No se me valora de forma general. Esto genera un desgaste, y más en tu casa. Tengo la sensación de que hagas lo que hagas no se valora. No es por aguantar la presión. Llegamos en uno de los momentos más complejos. Creo que nunca se valorará nuestro trabajo", expresó.
Siguiendo en esa línea, habló de la exigencia que implica estar al mando del conjunto culé.
"Cuando he comparecido aquí, he dicho siempre lo que pensaba. Si digo que estamos en construcción, me matan. Si digo que no tenemos el Barça del 2010, también hay críticas. Haga lo que haga, hay críticas. No me compran nada. Ni ganando LaLiga a 14 puntos del Real Madrid, ni ganando la Supercopa, ni con la camada... es un tema de entorno, de club, de exigencia y de mi persona. De ahí mi sensación de irme", manifestó.
Xavi recordó conversaciones con entrenadores que tuvo en el Barcelona, como Pep Guardiola o Ernesto Valverde. Ellos le advirtieron.
"Es cruel y desagradable. Te hacen sentir que no vales a diario. Ya me lo dijo Pep, Valverde, vi sufrir a Luis Enrique... Tenemos un problema en cuanto a la exigencia. No se disfruta. Te juegas la vida en cada momento. Es cruel", manifestó.
¿Un consejo para su reemplazante? El otrora mediocampista fue sincero.
"Le va a pasar lo mismo. Este es problema. Le diría que sea natural y no se deje influenciar. Mi ilusión era entrenar al Barcelona y ganar, y jugar bien al fútbol. Estoy orgulloso y con la conciencia tranquila. He creído hasta el final. Mi consejo a mi sucesor sería que disfrutara, pero es imposible", comentó.
El apoyo de Pep Guardiola
Pep Guardiola, hoy en el Manchester City, abordó la situación de su ex dirigido y mostró empatía.
"No podemos comparar la presión en Inglaterra con la de España, según mi experiencia. Allí es mil veces más dura. Seis ruedas de prensa a la semana, muchos partidos. La presión que sientes en Barcelona no es comparable a la de ningún otro sitio", afirmó.