El juicio contra Dani Alves, acusado de violar a una mujer en el baño de la discoteque Sutton de Barcelona en diciembre de 2022, comenzó este lunes con el trámite de cuestiones previas de acusaciones y defensas
El ex jugador del Barcelona y PSG llegó en una camioneta policial, vistiendo camisa blanca y se sentó en el banquillo de la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona. Es la primera vez que se le veía tras 13 meses de prisión preventiva.
La Fiscalía busca una sentencia de nueve años de prisión, mientras que los abogados de la acusadora piden 12 años.
La defensa de Alves, en cambio, ha pedido suspender el juicio porque considera que un "juicio paralelo en los medios de comunicación" ha vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.
Su abogada, Inés Guardiola, lo ha argumentado al inicio del juicio que ha empezado y el tribunal lo decidirá después de un receso.
Guardiola ha entregado al tribunal unas 450 noticias sobre la causa, que a su parecer han supuesto "un goteo constante para presentar al señor Alves como agresor sexual, abocándole a una condena pública".
La defensa también considera vulnerado el derecho a un juez imparcial porque cree que la jueza que instruyó la causa estuvo "contaminada por los medios de comunicación".
La abogada ha esgrimido otros argumentos para intentar que se suspenda el juicio, como que Alves supuestamente no tuvo acceso a la información respecto a la investigación sobre él desde el primer momento y que cuando fue detenido su abogada tuvo "menos de dos horas" para conocer la investigación y preparar la declaración.
Guardiola ha afirmado que Alves "nunca tuvo oportunidad de defenderse de manera efectiva en fase de instrucción", ve vulnerado su derecho a un proceso con todas las garantías y cree ha tachado de injustamente diferencial el trato que le ha dado el tribunal.
La abogada también ha presentado al tribunal un certificado de la Agencia Tributaria de 2023, en el que consta que Alves tiene un saldo negativo de 20.000 euros en la cuenta y un embargo judicial de unos 50.000, y también ha impugnado varias de las pruebas presentadas por la acusación.
La declaración de la amiga de la víctima
La joven que acusa a Alves declaró durante más de una hora, a puerta cerrada y con medidas de protección. Se le distorsionó la voz y se le pixeló la imagen para impedir que se divulgue su identidad.
Según la agencia EFE, mantuvo su relato. Aseguró que Alves la violó en el estrecho baño del VIP de la discoteque Sutton.
También declaró una amiga de la denunciante que estuvo con ella la noche del 30 de diciembre de 2022.
"Le insistimos en que tenía que denunciar (...) Nunca nos explicó los detalles de la agresión sexual", expresó la mujer.
Siguiendo con su relato, la amiga contó que un camarero las invitó a la mesa donde estaba Alves y que al saludar al brasileño se sintió incómoda.
"Tuvo una actitud babosa. Me puso la mano en la espalda y casi me toca el culo", expresó.
Según ella, vio llorar a la presunta víctima cuando salió del baño y se acercó a conversar.
"Me dice, 'se ha corrido dentro, me ha hecho mucho daño'. Lloramos, yo no sabía cómo reaccionar en ese momento. Le dijimos que tenía que denunciar y me dijo que no la iban a creer. Ella se quería ir a casa", afirmó.
"No quería denunciar, nos costó muchísimo, de verdad. Estaba en shock", agregó.
También dio detalles de cómo se encuentra actualmente la denunciante: "A día de hoy está muy mal, ha perdido mucho peso, está ansiosa. Ha reducido su círculo de amigos porque no se fía de nadie (...) Está obsesiva con todo, no sale de casa. Se piensa que todo el mundo la mira y le hace fotos".
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