Algo totalmente inesperado sucedió en la concentración de la selección coreana para la Copa Asia. Así lo confirmó la federación de dicho país, en la que dos futbolistas del equipo se vieron envueltos en un altercado que dejó a los compañeros desconcertados. Todo esto por un partido de ping-pong.
Kang-In Lee y Heung-Min Son se fueron a las manos. Según informa The Sun, la disputa surgió cuando algunos jugadores decidieron interrumpir la cena para jugar tenis de mesa, acción que no fue bien recibida por el goleador del Tottenham de Inglaterra y capitán del equipo.
El delantero consideró esta conducta inapropiada y poco profesional, exigiendo que los jugadores regresaran a la mesa para unirse con el resto del plantel.
Kang-In Lee, jugador del PSG de Francia, fue uno de los primeros en retirarse de la cena, lo que desencadenó una serie de intercambios tensos entre los futbolistas. La discusión rápidamente se intensificó, llegando incluso a una pelea, con sillazos y golpes que requirieron la intervención de otros compañeros para separarlos, de acuerdo al citado medio.
“En poco segundos, estalló una pelea en el comedor y los jugadores tuvieron que ser separados. Son resultó herido en el dedo al tratar de poner calma”, declaró una fuente al medio inglés.
Sufrió una lesión en dos dedo de la mano derecha que lo obligó a jugar con una venda en el partido contra Jordania, encuentro que finalmente terminó en una derrota por 2-0 para Corea del Sur el pasado 5 de febrero en Qatar, dejándolos fuera de la final.
Aunque el incidente ha generado preocupación en el país, algunos especulan que podría estar relacionado con un intento de desviar la atención de la situación del entrenador Jürgen Klinsmann, criticado por la temprana eliminación del equipo en el torneo.
La rescisión de contrato del DT asciende a cinco millones de dólares, algo muy costoso para la delegación surcoreana. Este jueves habrá un respuesta en relación a la continuidad del alemán.
Al regresar a Inglaterra, el atacante continuó usando un vendaje en su mano durante el partido en el que el Tottenham derrotó 2-1 al Brighton el sábado pasado.
Kang-In Lee, por su parte, emitió una disculpa pública a través de sus redes sociales, lamentando su papel en el incidente.
