El Bayern Leverkusen es el equipo sensación de la Bundesliga. Lidera con 67 puntos, 10 más que el poderoso Bayern Múnich. En 25 fechas, ha ganado 21 partidos y ha empatado cuatro, ha convertido 63 goles y solo le han hecho 16.
Está, además, en semifinales de la Copa de Alemania y en cuartos de la Europa League. Sumando todas las competencias, su invicto es de 37 duelos.
El hombre detrás del éxito es Xabi Alonso. Cuando asumió en el cargo en octubre de 2022 la situación era muy distinta. Las "aspirinas" estaban en zona de descenso y habían perdido con Elversberg, un equipo de tercera, en la Pokal.
"La energía y la confianza del equipo era baja cuando llegué. Así que traté de que los jugadores volvieran a creer en sí mismos. Invité a futbolistas que no habían jugado tanto antes a que demostraran su valía", dijo el DT.
Xabi Alonso fue un futbolista de élite. Ganó la Champions con el Liverpool y el Real Madrid. Con la selección española conquistó dos veces la Eurocopa y se proclamó campeón del Mundial en Sudáfrica 2010.
Sin embargo, hasta antes de llegar al Leverkusen no contaba con mucha experiencia entrenando. Solo había dirigido al equipo filial de la Real Sociedad.
Pero contaba con las enseñanzas de grandes maestros. Fue dirigido, entre otros, por Rafael Benítez, José Mourinho, Carlo Ancelotti y Pep Guardiola.
"Tuve maestros muy buenos de los que pude aprender mucho en lo técnico, en lo táctico y en lo emocional. Todos han sido importantes. El primero de todos, mi padre (Periko, jugador y entrenador años atrás), por la influencia que ha tenido y por los valores y la educación que me inculcó desde pequeño. Mi carrera está empezando, llevo poco tiempo, pero estoy en una etapa en la que debo desarrollarme por mí mismo: aprender, mejorar... La clave para conectar con los futbolistas es ser auténtico y transmitir lo que sientes", declaró.
Mourinho, años atrás, hizo un declaración que se convertiría en profecía: "Estoy seguro que cuando cuelgue las botas será un gran entrenador si quiere. Me recuerda a Pep Guardiola cuando lo tuve de jugador. Ya ejercía de entrenador en el campo".
Alonso utiliza como sistema base el 3-5-2, pero puede mutar a un 5-4-1 o 5-2-3 dependiendo de las necesidades del partido. Le gusta que su equipo sea protagonista con el balón, dinámico y que presione con dureza, pero que también sepa aguantar los resultados y que no sea frágil defensivamente.
En su plantel hay muy buenos jugadores, pero ninguna súper estrella de talla mundial. La mayoría tiene entre 22 y 25 años. No les da todas las soluciones, trata de que piensen por sí mismos.
"En el terreno de juego a mí se me animó a tomar mis propias decisiones. Es algo que realmente quiero desarrollar y que recuerdo a los jugadores. No son robots. Tienen el conocimiento de lo que puede pasar, con sus cualidades para decidir. Y si hacen una mala elección, intentaremos hacerlo mejor", manifestó.
La temporada aún no ha terminado, pero a Alonso ya se le vincula a grandes. Sonó en el Bayern Múnich, también en el Barcelona pese a su pasado madridista. Sin embargo, donde más opciones tendría de llegar es al Liverpool.
Jürgen Klopp dejará el cargo a final de temporada y ya le dio la bendición: "La próxima generación ya está aquí y diría que Xabi es el destacado de esa generación. Es un exjugador de los mejores del mundo, que viene de una familia de entrenadores, que ya era un poco como un entrenador cuando jugaba. El fútbol que está haciendo, cómo se posiciona su equipo, los fichajes que hizo... Es absolutamente excepcional".
Pero por ahora el español se enfoca en el presente. Por años al Leverkusen lo han llamado "Neverkusen", el equipo que no gana. Solo cuenta con dos títulos en su historia: la Copa de la UEFA (1988) y la Copa de Alemania (1993). Han pasado 31 años desde entonces. Alonso quiere terminar con la maldición.