Faustino Oro tiene solo 10 años y vivió un día inolvidable el último sábado. Derrotó a Magnus Carlsen, el mejor ajedrecista del mundo, en una partida "bullet" (un minuto para cada jugador).
"Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él", dijo el niño argentino.
La noticia apareció en todos lados. La prensa especializada le colocó un nombre a la estrella en ciernes: "El Messi del Ajedrez".
Faustino es el hijo único de Alejandro y Romina, ambos contadores de profesión. Comenzó a practicar este deporte hace solo cuatro años, en la época más dura de la pandemia provocada por el covid-19.
Un día, mientras estaban confinados en la casa, su papá sacó un tablero y le enseñó a "Fausti" cómo mover las piezas. Era una forma de pasar el tiempo, pero quedó cautivado.
"'Fausti' ya había visto a su papá jugando ajedrez por Internet, pero no le había parecido algo lindo, más bien aburrido. Él es muy activo y con el confinamiento estaba mal, sufría la pérdida del contacto con la familia, con sus primas y abuelos. Esa tarde mi marido puso el tablero físico y las piezas sobre la mesa y 'Fausti' y yo aprendimos a mover las piezas; además nos abrió dos cuentas con usuarios en un club de ajedrez para jugar online para que fuéramos practicando. Era un lindo entretenimiento, pero yo me di cuenta de que no iba a tener tiempo para dedicárselo. En cambio. Faustino, se enganchó y empezó a jugar; todo lo que siguió se parece a una película. Ya no me quedan carpetas para guardar todo lo que se ha escrito sobre él, de sus logros, sus récords; todo pasó muy rápido", afirmó Romina.
"Todo empezó casi un mes después de que le enseñara los movimientos, al principio perdió muchas partidas, pero un día comenzó a ganar y a subir puntos en el ranking con su usuario de Internet. Me llamó la atención y fui a ver cómo jugaba, es que en esos tiempos de confinamiento nos ubicamos en diferentes sitios de la casa para que mi esposa y yo pudiéramos trabajar y él se entretuviera con el ajedrez por internet. De pronto, vi que hizo una combinación de 3 o 4 jugadas que era muy difícil de advertir por un chico y menos con algunas semanas de práctica. Me apunté la partida y se la pasé a mi papá, él si es bueno en esto y su respuesta me conmovió: 'Esto no es normal'. Ahí decidimos que empezara a tomar clases por Zoom", declaró Alejandro.
Su progreso fue veloz. En poco más de tres años, ha disputado 46 mil partidas. Es el único ajedrecista de la historia que a tan temprana edad alcanzó un Elo de 2316 puntos.
Romina y Alejandro tomaron una decisión para ayudar a "Fausti" a cumplir sus sueños. Dejaron sus puestos en empresas top y se mudaron a España a fines de 2023.
Sin embargo, quieren que lleve una vida normal, que vaya al colegio, que tenga amigos, aunque a veces al muchacho se le hace difícil conciliar sus obligaciones con su pasión.
"Es que además de sus 12 horas de clases semanales con profesores especializados, 'Fausti' dedica una cantidad interminable de horas a ver videos, aprender estrategias nuevas y a entrenar. A esto hay que sumarle todas las partidas que juega por pura diversión: la última semana jugó cerca de 200 partidas, son más de 20 horas", contó el padre del prospecto.
Faustino disputa todo tipo de competencias: bullet, blitz o clásicas. Mientras juega, va transmitiendo en vivo en su canal de Youtube.
"¡Por fin me ha tocado jugar con Carlsen!", dijo el último sábado. Luego, al salir indemne de la apertura, se mostró más confiado: "Si pierdo yo en esta posición me tengo que retirar del ajedrez".
El escenario cambió tras unos movimientos inteligentes del noruego y el argentino lo reconoció. "Y sí, estoy cerca de perder". Pero Carlsen cometió un error y Faustino aprovechó. "¡Vamos!", gritó Faustino.
No tuvo mucho tiempo para festejar. Tenía que seguir compitiendo. Finalmente terminó en el puesto 21 entre 150 participantes.
"Faustino tiene un gran futuro en Europa, donde estará junto a la élite y mantendrá la posibilidad de ser el N°1 del mundo, por cantidad y calidad de los torneos. Con el ajedrez sucede el mismo fenómeno que con otros deportes, en los que nuestros mejores jugadores de fútbol, rugby, tenis, voleibol o handball también se marchan", aseveró Mario Petrucci, presidente de la Federación Argentina de Ajedrez.
¿Podrá el niño responder a esas altas expectativas? Por el momento, disfruta. Ya puede decir que derrotó a uno de los más grandes de la historia.