Nate Robinson supo ser una estrella de la NBA. Tuvo una dilatada trayectoria en equipos como los Knicks, Celtics o Bulls -entre otros- y además deslumbró siendo campeón tres veces (2006, 2009 y 2010) del torneo de volcadas con apenas 1.75 metros de estatura.
Pero ahora, retirado con 39 años, no lo pasa bien. Padece una insuficiencia renal y necesita un trasplante de riñón. Hace cuatro años que busca un donante.
"Sé que no me queda mucho tiempo si no puedo conseguir un riñón. No me quedará mucho tiempo de vida. Así que sólo quiero aprovecharlo lo mejor que pueda", comenzó contando al Daily Mail.
Robinson jugó más de 650 partidos en la NBA. Hoy su realidad es muy distinta.
"El cuerpo de algunas personas rechaza la diálisis. Gracias a Dios que el mío lo acepta y puedo vivir... si no fuera a diálisis, probablemente no viviría más de una semana o dos. Así que es serio, no te puedes perder ni un día. Entro tres días a la semana, cuatro horas al día y me limpian la sangre para sacar mis toxinas. Me ayudan mucho porque así es como vivo", relata.
El ex base sigue con su desgarrador narración: "Simplemente estoy disfrutando los momentos en los que me siento saludable. Intento salir con mis hijos, ver a mi familia y jugar al básquet, hacer las cosas que amo. Todavía trato de hacer todo lo que puedo para mantenerme y sentirme lo más normal que se pueda, ser lo más humano posible".
Robinson, quien también practicó fútbol americano e incluso boxeó en una exhibición en 2020 con el famoso youtuber Jake Paul, contó lo que tuvo que cambiar para poder mejorar su vida.
"Hay un montón de cosas que tienes que rever. Tienes que tener medidas de todo lo que comes y bebes. No puedes cometer excesos. Cambié mi dieta y sólo trato de comer mejor, alejándome de muchos alimentos procesados. Solo trato de comer frutas y comida a la parrilla, pollo y pescado, cosas más saludables. Esa es la manera en que puedo sobrevivir y mantenerme con vida, tanto como pueda".
Finalmente, cerró: "Me mantengo tan humilde como puedo y simplemente agradezco a Dios por cada oportunidad... cada día es una bendición estar vivo y poder hacer lo que hago todos los días. Algunas personas van al hospital para buscar riñones y nunca salen".
