Chile venció 3-0 a Paraguay la noche de este martes. El partido marcó un hito especial: el regreso de la "Roja" al Estadio Nacional.
El último encuentro de la selección en el reducto de Ñuñoa había sido a finales de 2020. Le ganó 2-0 a Perú, pero se jugó sin hinchas debido al caos pandémico. Para encontrar el último duelo con público, hay que remontarse al 2 de junio de 2017. Antes de viajar a la Copa Confederaciones, Chile derrotó 3-0 a Burkina Faso.
Por diversos motivos, la "Roja" no pudo usar el Nacional. Pasó por el Monumental, por San Carlos de Apoquindo y viajó a regiones. No se sentía igual.
La ANFP trató de crear un clima especial para la vuelta al coliseo. En la previa del partido contra Paraguay, hubo juegos de luces con los celulares e invitaciones a hacer "la ola" una y otra vez. La espera fue musicalizada con canciones de distintos géneros. Retumbaron con fuerza Los Jaivas y Los Bunkers, pero también Jere Klein o Julianno Sosa.
La presentación de la formación nacional fue a la europea. La voz del estadio decía el nombre del jugador y el público respondía gritando el apellido. Pese al frío, el lugar estaba teñido de rojo.
Hubo un hecho curioso. El partido ya había iniciado y los parlantes del Nacional reprodujeron "cánticos envasados" de la hinchada, música grabada para crear ambiente. Llamó mucho la atención, especialmente en redes sociales.
Los dos goles de Víctor Dávila con que la "Roja" se puso en ventaja desataron el jolgorio. En las graderías entonaron el clásico: "Poropopó, poropopó, el que no salta es un paraguayo ...".
Ese cántico le ha traído sanciones a la Federación chilena en el último tiempo. Por altoparlante, y en más de una oportunidad, se le pidió a la gente que parara: "No arriesguemos el apoyo que necesita la 'Roja'".
Después el tercer gol de Chile, obra de Eduardo Vargas, el "olé, olé, olé" se hizo sentir.
Había felicidad en Ñuñoa. Pero no solo por la goleada. Han sido años complejos y tristes. El proceso de Ricardo Gareca, que lleva apenas tres partidos, está generando mucha ilusión y ahora se viene la Copa América.
"La confianza se crea, no viene por arte de magia, el ambiente también y se trabaja en pos de eso, para todos, es importante que Chile pueda construir algo con la gente. Nos apoyaron mucho con aforo completo, poder construir un buen clima y es fundamental para construir esa confianza tan necesaria", destacó el entrenador argentino.
Cerca del final del duelo con los guaraníes, se anunció que se jugó a estadio lleno, con 45 mil personas. Sin embargo, se produjo un chascarro. La organización quiso decir en inglés "aforo completo", pero en vez de "sold out", escribieron "soul out" en la pantalla gigante del Nacional.