Jude Bellingham fue uno de los jugadores más afectados luego de que Inglaterra perdiera la final de la Eurocopa ante España con un gol sobre el final.
El volante del Real Madrid no quedó nada contento tras el pitazo final y
protagonizó un tenso momento con un polémico gesto.
Bellingham se fue caminando hacia el banco de suplentes y en el camino pateó fuertemente una nevera.
El futbolista se quedó sentado durante la ceremonia en la que le entregaban el trofeo a España, pero un miembro del staff inglés lo fue a buscar y lo obligó a volver a su lugar con sus compañeros.
Luego, recibió la medalla del segundo lugar.
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